España aprieta los dientes

Bruxismo, migraña, infecciones… La angustia y la precariedad por la crisis agudizan dolencias del oído, la piel o el corazón

 

Anna Alcaraz estaba en la cocina del bar haciendo una tortilla de patatas cuando se cayó redonda al suelo. “Fue como si apagasen un interruptor”, explica esta secretaria de dirección que se reinventó como hostelera cuando su empresa dejó de pagar las nóminas. “Pasé de trabajar en una oficina a meterme 14 horas en una cocina, con la angustia de ser autónoma y la incertidumbre de empezar de nuevo a los 56 años… Yo creo que fue la tensión”, dice. Su otorrino coincide.

Como él, muchos especialistas —dentistas y neurólogos, cardiólogos o dermatólogos— están viendo cómo la crisis económica se les cuela en la consulta. Al mismo tiempo, se suceden estudios, seminarios y jornadas con títulos que empiezan igual: La crisis económica y las enfermedades… Y acaban distinto: cardiovasculares, respiratorias, mentales, infecciosas, otorrinolaringológicas…

Lo que le pasó a Anna se llama crisis de Tumarkin y, en su caso, lo provocó la otra crisis. Desde 2009 sufre la enfermedad de Ménière, un síndrome que afecta al equilibrio y la audición. “El estrés no te da Ménière, pero sí empeora la condición de quien ya lo sufre”, explica Jordi Coromina, otorrinolaringólogo del Quirón Teknon de Barcelona y médico de Anna, cuya enfermedad estaba controlada hasta que tras los cambios en su vida “se manifestó en plan bestia”, según la propia paciente. Mareos constantes, con picos de vértigo y vómitos cada par de días. “Los ojos te dan vueltas como si fueses una muñeca… Pero qué íbamos a hacer, no podía cogerme una baja, no daba para contratar a nadie”, cuenta. A más nervios, peor se ponía.

Source: sociedad.elpais.com

“La situación económica ha agudizado los acúfenos [zumbidos en los oídos] y los vértigos, muy relacionadas con el estrés”, dice el doctor Coromina. “Muchos pacientes te cuentan que están peor desde que les va mal… A algunos les estamos derivando a psicólogos y psiquiatras”.

Los oídos, los dientes o la piel se resienten de lo que pasa en las emociones. “Las patologías que más afectadas se están viendo son las de la salud mental: ansiedad y depresión”, afirma Domingo Orozco, de laSociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. En las consultas de atención primaria los casos de depresión han aumentado un 19,4% y los de ansiedad un 8,4%, según un estudio del Instituto de Investigación en Ciencias de la Salud de la Universidad de las Islas Baleares   que atribuye un tercio de las consultas a la combinación del miedo al desempleo y a las dificultades para pagar la hipoteca.

“Las cefaleas tensionales, la migraña, o incluso la epilepsia, son muy sensibles a la falta de sueño”, dice Carlos Tejero, de la Sociedad Española de Neurología. “Ahora mucha gente no duerme tranquila”, continúa “Hemos tenido que subir la medicación a muchos pacientes, y a otros se les han recetado ansiolíticos o antidepresivos”.

José Luis de la Hoz, dentista de laSociedad Española de Disfunción Craneomandibular y Dolor Orofacial, es un experto en bruxismo, el hábito de apretar o rechinar los dientes de forma involuntaria, que también ha crecido desde que se hundieron los mercados. La solución suele ser una férula de descarga -un protector plástico parecido al que usan los boxeadores-, pero el dentista opina que muchos pacientes mejorarían con ayuda psicoemocional. “No hace falta que el paciente te lo cuente para ver que está pasando por una mala racha”, dice. “Los percibes más tristes, más angustiados y tensos, más sensibles al dolor”.

“Los pacientes, además, retrasan todo lo que pueden las revisiones y vienen solo cuando duele”, dice Mónica Vicario, de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración, “y en la boca se puede aguantar mucho sin que duela. Tanto, que luego es tarde”. Además, según los médicos, los pacientes con cuadros depresivos abandonan los hábitos de higiene y de una vida sana.

El bruxismo se retroalimenta de la ansiedad: los síntomas agravan la angustia que, a su vez, agrava los síntomas. Lo mismo ocurre con la psoriasis, una enfermedad autoinmune de origen multifactorial que se manifiesta a flor de piel. “Una persona sana cambia la piel cada 28 días, alguien con psoriasis lo hace cada tres”, explica Santiago Alfonso, de Acción Psoriasis, que ha visto como en los últimos cuatro años se ha duplicado el número de afectados que se han acercado a esta asociación de pacientes. Alfonso subraya además que los recortes penalizan al enfermo: “Muchos dejan de ir al médico por no quedar mal en el trabajo, o por no decir que están enfermos en una empresa en la que hay un ERE”.

La mayoría de los médicos consultados apuntan a que es pronto para tener datos sobre el efecto de la crisis en la salud y que estos son complejos ya que las enfermedades suelen ser multifactoriales. Hay estudios, pero hablan de indicios, percepciones o riesgos, más que de cifras. La revista The Lancet publicó en 2013 un repaso a la literatura médica europea. Los datos más llamativos: el aumento del contagio de HIV en Grecia (por la interrupción del programa de intercambio de jeringuillas a raíz de los recortes) y un 10% más de muertes invernales en mayores de 75 en Portugal (relacionada con las dificultades para pagar la calefacción). Algunos datos incluso se contradicen.

Lo cual no significa que los médicos no noten qué dolencias repuntan en las consultas. “Vemos más trastornos psicosomáticos, y otros que tienen que ver de manera menos directa con la esfera emocional, temas cardiovasculares, inmunológicos (que nos hacen más receptivos a infecciones como bronquitis o faringitis), desequilibrios hormonales (que pueden desencadenar o agravar la diabetes), y problemas relacionados con la desnutrición y la obesidad”, explica Mercedes Abizanda, de laSociedad Española de Médicos de Atención Primaria. Los facultativos también están preocupados por cómo aumenta el incumplimiento terapéutico de los enfermos crónicos: cuando alguien con hipertensión, diabetes o colesterol alto interrumpe su tratamiento porque no puede pagarlo.

El corazón es un buen ejemplo para ver los frentes por los que ataca la crisis. “Por un lado están los recortes en innovación, prevención y asistencia, y por otro el empobrecimiento de la población”, explica José Ramón González-Juanatey, presidente de la Sociedad Española de Cardiología, quien denuncia que “tras una reducción significativa y continua en los últimos 20 años de las enfermedades cardiovasculares, por primera vez en 2012 observamos un repunte del 2%”. El empobrecimiento aumenta factores de riesgo como el estrés, la obesidad, la ingesta de sal, el tabaquismo. “Cuando baja el nivel de vida, la mortalidad sube”, dice.

Al final, Anna dejó el bar. “He mejorado, por un nuevo tratamiento y porque estoy más tranquila”, cuenta. Ahora ella está en paro y el Ménière en “punto muerto”. “Esta enfermedad no te mata”, dice, “pero te da muy mala calidad de vida”. Como la crisis.

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La crisis dispara los problemas de salud mental en Asturias

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Los psicólogos clínicos reivindican su presencia en atención primaria por ser ´más efectiva y rentable´

Antonio Cano-Vindel‘s insight:

 "La crisis económica ha incrementado de forma muy notoria los problemas psicológicos y de salud mental, sobre todo ansiedad, depresión y problemas de sueño, lo que se viene denominando trastorno mental común. Los psicofármacos más recetados para este tipo de patologías son ansiolíticos y antidepresivos". Juan García Haro, presidente de la Sociedad de Psicología Clínica Asturiana (Sopca), hizo este diagnóstico social durante las II Jornadas de psicología clínica y atención primaria, que se celebraron en el auditorio.

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La crisis está afectando al estado de ánimo de los jóvenes españoles

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La Fundación Pfizer ha publicado un Informe con los resultados del Estudio de opiniones, actitudes y expectativas vitales de la juventud española. Este estudio pretende conocer las opiniones, actitudes y la situación vital de los jóvenes españoles entre 15 y 32 años, así como analizar la visión retrospectiva, la toma de decisiones y expectativas vitales y profesionales de tres grupos de edad.

Antonio Cano-Vindel‘s insight:

Según los resultados del estudio, realizado mediante una entrevista telefónica a 1.412 jóvenes españoles de entre 15 y 32 años, uno de cada cuatro jóvenes españoles no está satisfecho con su vida actual. Además, su mayor preocupación es el desempleo, y más del 60% piensan que la crisis les está afectando mucho, tanto a nivel personal como familiar.

En concreto, los jóvenes consideran que los efectos de la crisis les están afectando “mucho o bastante” a su estado de ánimo (43,4%), a la convivencia familiar (27,6%) a su relación con amigos y compañeros (23%), a su relación de pareja (21%) y a la propia salud (16,8%).

En cuanto al estado de ánimo, los grupos de población más afectados son los jóvenes mayores de 23 años y los desempleados, de los cuales el 66% afirman sentirse peor anímicamente debido a la situación vital.

Sin embargo, la mayoría de los encuestados se muestra optimista cuando piensa en su futuro. Siete de cada diez jóvenes piensan que su vida mejorará en los próximos años. Esta visión optimista se da, especialmente, entre los jóvenes de 23 a 26 años, y entre quienes están sin trabajo, que tienen la expectativa de encontrar empleo y de disponer de más ingresos en un futuro.

Si se les pregunta respecto a las expectativas que tienen para los próximos doce meses, el 40% de los jóvenes que actualmente tienen trabajo, tienen miedo a perder su empleo, y aproximadamente el 50% de quienes buscan trabajo ve poco o nada probable encontrarlo en este tiempo.

Por otra parte, el estudio demuestra que los jóvenes otorgan gran importancia a valores como la tolerancia, la honradez y la responsabilidad, por encima de otros como la disposición a “trabajar duro” y la competitividad.

Se puede consultar el informe completo:

Estudio de opiniones, actitudes y expectativas vitales de la juventud española

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Los riesgos psicosociales, un problema creciente con la crisis

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La crisis es un caldo de cultivo para el desarrollo de riesgos psicosociales (estrés laboral, acoso moral o mobbing, violencia y las patologías asociadas a ellos ansiedad, depresiones, etc.) Un problema creciente, que afecta a los trabajadores y a las economías de los países. Prevenirlos resultaría rentable no solo desde el punto de vista laboral y social, sino también económico. Estos riesgos, junto a los trastornos musculo-esqueléticos suponen el principal problema de salud laboral en Europa y en España. Más de 45 millones de trabajadores se ven afectados por ellos y la falta de prevención de los mismos cuesta alrededor del 4% del PIB europeo, casi el doble de lo que supone la economía griega y un tercio de la española. La Secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT, Marisa Rufino, analizará estos temas en distintas jornadas que se desarrollarán a lo largo de octubre y noviembre por todo el territorio español. Hoy precisamente ha intervenido en las Jornadas sobre “Riesgos ergonómicos y psicosociales”, organizadas por el sindicato en Albacete. 

Antonio Cano-Vindel‘s insight:

Aunque en los últimos años ha habido un gran desarrollo normativo en seguridad y salud de los trabajadores, todavía quedan muchas cuestiones por resolver como el escaso compromiso por parte de una gran mayoría de empresas para establecer políticas eficaces de prevención. Además el perfil de las enfermedades y accidentes laborales ha cambiado en las últimas décadas, y los riesgos psicosociales y sus consecuencias se vinculan cada vez más al origen de muchas bajas laborales. 

Estudios recientes, solicitados por el Observatorio de Riesgos Psicosociales, establecen que prácticamente un trabajador muere al día, en nuestro país, por enfermedades que se asocian a los trastornos mentales, consecuencia de la no prevención de los riesgos psicosociales. Algo que no figura en ninguna estadística oficial. Ésta solo revela que en España fallecen cada día 2 trabajadores como consecuencia de su trabajo, 17 sufren un accidente de trabajo grave durante su jornada y 1.752 tienen un accidente de trabajo leve en el transcurso de su actividad. Por tanto, si tuviéramos en cuenta esta realidad, las consecuencias de los riesgos psicosociales, habría que hablar de tres trabajadores muertos al día por razones vinculadas a su trabajo. 

Y eso a pesar de que prevenir en seguridad y salud en el trabajo supone un ahorro de costes y favorece la competitividad. La Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) concluyó, tras realizar un sondeo en 300 empresas de 15 países, que, por cada euro que invierte la empresa en cada trabajador en la prevención de riesgos, se puede obtener un rendimiento económico de 2,20 euros. 

Esta falta de prevención se constata especialmente en los riesgos psicosociales. La Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo constata que la mayoría de las empresas europeas aún no disponen de procedimientos para hacer frente al estrés y otros riesgos psicosociales en el lugar de trabajo, a pesar de que éstos planteen una amenaza cada vez mayor para los trabajadores europeos y para la productividad. 

Por otro lado, cuando las empresas atraviesan periodos de reestructuración o de reducción de personal con el objetivo de obtener una mayor rentabilidad se ejerce una mayor presión sobre los trabajadores, lo que resulta en un efecto negativo en la salud y rendimiento a largo plazo. 

UGT considera necesario para agilizar el cumplimiento de obligaciones con la UE en esta materia la realización de estudios que precisen el coste de las enfermedades generadas por la ausencia de políticas preventivas y exige el establecimiento de políticas responsables que eviten que se arrincone en las empresas la seguridad y salud de los trabajadores.

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Adictos al médico…en tiempos de crisis

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Acuden a la consulta de atención primaria de forma sistemática porque creen estar enfermos. Se les conoce como pacientes recurrentes o hiperfrecuentadores.

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Los pacientes recurrentes suponen entre un 12 y un 24% de los usuarios de la sanidad pública y consumen entre un 43 y un 75% de las consultas anuales de un médico de atención primaria al acudir, por iniciativa propia, más de 18 veces en el mismo año, según un estudio presentado en el congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) en 2012.

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Los parados tienen más tendencia a la depresión. Efesalud.com

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Psicólogos advierten de que los desempleados tienen un 34% de posibilidades de sufrir problemas psicológicos, como depresión y ansiedad. Más información en Efesalud.com

Antonio Cano-Vindel‘s insight:

las personas más vulnerables a las enfermedades mentales, que en parte vienen derivadas de la situación de crisis económica, son los hombres de 15 a 29 años y los mayores de 64.

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La crisis provoca un aumento de los casos de dispepsia, acúfenos, fatiga y dolor crónico

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Antonio Cano-Vindel‘s insight:

Con la crisis aumentan las consultas por trastornos psicofisiológicos en Atención Primaria: dispepsias, acúfenos, dolor crónico. http://www.jano.es/jano/actualidad/ultimas/noticias/janoes/crisis/provoca/aumento/casos/dispepsia/acufenos/fatiga/dolor/cronico/_f-11+iditem-20781+idtabla-1 …

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Los cardiologos catalogan la crisis economica como un factor de riesgo cardiovascular de primer nivel – JANO.es – ELSEVIER

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Antonio Cano-Vindel‘s insight:

En Grecia, la incidencia del infarto ha experimentado un incremento del 44% durante la crisis económica

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