Asociación entre trastornos mentales y condiciones físicas crónicas en la población

Research from JAMA Psychiatry — Association of Mental Disorders With Subsequent Chronic Physical Conditions — World Mental Health Surveys From 17 Countries

Sourced through Scoop.it from: archpsyc.jamanetwork.com

Asociación de trastornos mentales con subsecuentes condiciones físicas crónicas. Encuestas Mundiales de Salud Mental de 17 países Resumen

Importancia   Está claro que los trastornos mentales en los ámbitos de tratamiento (por ejemplo, Atención Primaria) están asociados con una mayor incidencia de condiciones físicas crónicas. Pero no está tan claro si este es el caso de los trastornos mentales en la comunidad (población general), y cómo de generalizadas (a través de una serie de resultados de salud física) están estas asociaciones. Esta información tiene importantes implicaciones para el cuidado de la salud mental y la prevención primaria de la enfermedad física crónica.

Objetivo   Investigar las asociaciones de 16 trastornos mentales  del DSM-IV, temporalmente previos, con la aparición posterior o el diagnóstico de 10 condiciones físicas crónicas.

Diseño, escenario y participantes   Se realizaron dieciocho encuestas cara a cara transversales, en hogares de adultos residentes en la comunidad, en 17 países (47 609 personas, 2 032 942 personas-años), a partir del 1 de enero de 2001 al 31 de diciembre, 2011. Se utilizó la Entrevista Diagnóstica Internacional Compuesta (CIDI) para evaluar retrospectivamente la prevalencia vida y la edad de inicio de los trastornos mentales DSM-IV -identificados. El análisis de datos se realizó a partir del 3 de enero de 2012 al 30 de septiembre de 2015.

Principales resultados y Medidas   La historia de por vida de las condiciones físicas se determinó a través de la auto-informe del diagnóstico del médico y año de inicio o diagnóstico. Los análisis de supervivencia estimaron las asociaciones de primera aparición temporalmente previa de trastornos mentales con la posterior aparición o el diagnóstico de condiciones físicas.

Resultados   La mayoría de las asociaciones entre los 16 trastornos mentales y la aparición posterior o diagnóstico de 10 condiciones físicas fueron estadísticamente significativas, con odds ratio (OR) (95% IC) que van de 1,2 (1,0-1,5) y 3,6 (2,0-6,6). Las asociaciones se atenuaron después del ajuste para el trastorno de comorbilidad mental, pero el estado de ánimo, ansiedad, consumo de sustancias y los trastornos del control de impulsos permanecieron significativamente asociados con la aparición de entre 7 y todas las 10 condiciones físicas (OR [IC del 95%] de 1,2 [1.1- 1.3] a 2,0 [1.4 a 2.8]). Un número creciente de los trastornos mentales que se experimentan en el transcurso de la vida se asoció significativamente con el aumento de probabilidades de aparición o el diagnóstico de los 10 tipos de condiciones físicas, con OR (IC del 95%) con 1 trastorno mental que van desde 1,3 (1,1 a 1,6) a 1,8 (1.4 a 2.2) y OR (IC del 95%) con 5 o más trastornos mentales que van desde 1,9 (1,4 hasta 2,7) a 4,0 (2,5 a 6,5). En las estimaciones de riesgo atribuible a la población, trastornos mentales específicos se asociaron con entre un 1,5% a un 13,3% de los inicios de condición física.

Conclusiones y relevancia   Estos hallazgos sugieren que los trastornos mentales de todo tipo están asociados con un mayor riesgo de aparición de una amplia gama de condiciones físicas crónicas. Los esfuerzos actuales para mejorar la salud física de las personas con trastornos mentales pueden estar centrados demasiado en el pequeño grupo de los trastornos mentales más graves. Las intervenciones dirigidas a la prevención primaria de las enfermedades físicas crónicas de manera óptima deben integrarse en el tratamiento de todos los trastornos mentales en la Atención Primaria y Secundaria desde temprano en el curso trastorno.

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Las personas fumadoras de tabaco tienen más depresión

Entrevista al Dr. Cano Vindel, docente de Psicología en UCM y Presidente de SEAS, sobre la relación entre estrés, ansiedad, consumo de tabaco y mujer.

http://ow.ly/KLId8  ;

 

¿Cuál es la relación concreta del tabaquismo en los trastornos mentales en hombres y mujeres? ¿Por qué las mujeres sufren más la depresión y la ansiedad? Y en relación con el tabaco… ¿Fumar relaja como dicen los fumadores? ¿Por qué no dejan de fumar las mujeres en la misma proporción que lo hacen ellos? ¿Por qué las chicas adolescentes empiezan a fumar y los chicos no?  Para responder a todas estas preguntas y otras relacionadas, entrevistamos al Dr. Cano Vindel, docente de Psicología en la Universidad Complutense de Madrid y Presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS).

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Diversos estudios han mostrado la relación entre estrés y tabaquismo, pero todos estamos acostumbrados a oír a los fumadores asegurar que el consumo de cigarrillos tiene un efecto relajante sobre ellos, ¿por qué se tiene esa creencia?

Efectivamente, existen estudios en los que se ha mostrado, por un lado, una asociación entre elevados niveles de estrés en jóvenes e inicio en el consumo de tabaco, así como entre alto nivel de estrés con un aumento del consumo de nicotina. Además, por otro lado, resulta todavía más evidente la relación causal directa que existe entre el consumo prolongado de nicotina y el posterior desarrollo de trastornos emocionales y del estrés, especialmente trastorno de pánico, trastorno de estrés postraumático y depresión.

Hay relación causal directa entre el consumo prolongado de nicotina y el posterior desarrollo de trastornos emocionales y del estrés

 

¿Por qué los fumadores tienen entonces la creencia de que fumar les relaja, cuando realmente sucede lo contrario?

Probablemente, porque “tienen” que fumar, “necesitan fumar”, para no tener aún más ansiedad, para no sufrir elsíndrome de abstinencia de la nicotina, caracterizado por malestar subjetivo, alta activación fisiológica y elevado estado de ansiedad. La nicotina es una droga que tiende a generar primero abuso, después una fuerte dependencia y, si se deja de consumir, un desagradable síndrome de abstinencia. El fumador necesita consumir y ello le lleva a justificar su consumo, ya sea negando o infravalorando los efectos negativos del tabaco sobre su salud o la de las personas que le rodean (incluidos sus propios hijos cuando son bebés), ya sea magnificando los efectos positivos del tabaco (“me relaja”, cuando en realidad aumenta la ansiedad).

Sabemos que cuestiones como la educación o economía influyen en el nivel de tabaquismo dentro de la población, pero ¿influyen también en enfermedades como la ansiedad o la depresión? ¿Se han estudiado relaciones entre tabaco y ansiedad?

Sí, en general, la educación y el nivel económico están relacionados con la salud en general, el tabaquismo (aunque depende también de los países) o los trastornos emocionales, como los trastornos de ansiedad y del estado de ánimo. Por lo general, las personas con menor nivel educativo o económico tienden a tener más problemas en estos campos. Además, probablemente son reacciones en cadena: con menor nivel educativo y económico es más probable el consumo de tabaco, especialmente a una edad temprana; a su vez, fumar diariamente multiplica por 2 la probabilidad de desarrollar un ataque de pánico o por 14 la probabilidad de desarrollar un trastorno de pánico.

¿Y con la depresión?

La relación entre consumo de tabaco y depresión es también clara. La depresión puede ser un precursor al trastorno por abuso de sustancias (incluido el tabaco) en algunos jóvenes, y el abuso de sustancias puede complicar el curso subsecuente de la depresión. Un nivel de cortisol elevado (alto nivel de estrés) antes del inicio del trastorno por abuso de sustancias (incluida la nicotina) puede indicar una vulnerabilidad al trastorno por abuso de sustancias. El incremento de las experiencias estresantes aumenta a su vez el riesgo para el trastorno por abuso de sustancias en estos jóvenes vulnerables. La alta prevalencia de trastornos por abuso de sustancias en individuos depresivos (un dato que se observa habitualmente) puede explicarse, en parte, por los altos niveles de estrés y una actividad incrementada del eje que regula la psicofisiología del estrés (cortisol).

La ansiedad no siempre precede al inicio del consumo de tabaco, mientras que el estrés vital sí.

 

¿Afecta el estrés y la ansiedad en la decisión de fumar? A empezar o a fumar más…

El rasgo de ansiedad suele estar relacionado con tabaquismo, aunque no siempre se confirma como un factor de riesgo para el inicio y mantenimiento del consumo de tabaco. Tal y como señala la revisión sistemática sobre la conducta de fumar, el estrés y el afecto negativo, llevada a cabo por Kassel et al. (2003), parece ser que la ansiedad no siempre precede al inicio del consumo de tabaco mientras que el estrés vital sí.

Al contrario, ¿El tabaco favorece el estrés y la ansiedad?

El consumo de tabaco claramente está asociado con la probabilidad de desarrollar problemas de estrés y ansiedad. Además, en una relación de tipo causal, pues el tabaquismo suele preceder a los trastornos de la ansiedad y el estrés, como el trastorno de pánico; mientras que el pánico no suele conducir al desarrollo posterior de tabaquismo.

Los últimos datos indican un claro descenso de fumadores varones frente al porcentaje de fumadoras ¿Existe alguna explicación?

No creo que tengamos una única explicación, aunque existen una serie de hechos conocidos que pueden ayudar a entenderlo. La mortalidad por cáncer de pulmón hasta ahora era un problema marcadamente masculino. Aunque en los últimos años se está duplicando esta tasa en la mujer, cada poco tiempo; pero todavía no es tan visible. Algunas personas fuman para afrontar el estrés, otras para no engordar, otras no se atreven a dejarlo porque engordan, otras fuman más porque son más impulsivas, otras fuman en situaciones sociales por dar mejor imagen (algo que ha cambiado en los últimos años). Algunos de estos factores afectan más a las mujeres.

Las personas fumadoras tienen tasas de depresión más altas”

 

 

¿Tiene algo que ver la ansiedad y la depresión?

Sí, claro; por ejemplo, las personas con más estrés laboral es más probable que fumen, especialmente las mujeres. Hoy en día, el estrés laboral es mayor en mujeres que en hombres. Ya hemos dicho que las personas con trastornos emocionales y del estrés es más probable que fumen. La prevalencia de trastornos de ansiedad es casi dos veces superior en las mujeres que en los hombres.

Los jóvenes varones adolescentes hacen más deporte, son menos ansiosos,  están menos preocupados por la presión de sus compañeros…”

 

Muchas veces achacamos los datos que indican que los hombres dejan de fumar mientras que las mujeres se incorporan a estos hábitos a razones históricas. En este sentido se ligaba a la liberación de la mujer.

Lo que está claro es que las mujeres que tiene ahora una edad que supera o se sitúa en la esperanza media de vida para la mujer, superior a 80 años, en su gran mayoría ni fuma ni ha sido nunca fumadora. Pero, sin embargo, las mujeres jóvenes fuman tanto o más que los hombres. Este gran cambio en la prevalencia del tabaquismo en la mujer española se ha producido en las últimas décadas, coincidiendo con los cambios sociales de equiparación de la mujer con el hombre (incorporación de la mujer al mundo laboral, universitario, etc.).

 

Pero actualmente, jóvenes de 13 años se siguen sumando a esta actividad, ¿por qué esa joven comienza a fumar, mientras que el varón de la misma edad no?

Los jóvenes varones adolescentes hacen más deporte, son menos ansiosos, están menos preocupados por la presión de sus compañeros y se identifican más con el cambio social que está viviendo nuestra sociedad en contra del tabaco.

La mayor prevalencia de depresión en la mujer frente al hombre alcanza un rango medio de 1,9 a favor de las mujeres

 

Según la Organización mundial de la Salud, más de 73 millones de mujeres sufren de depresión por cuestiones como la edad, la genética o las diferencias cerebrales entre hombres y mujeres ¿hasta qué punto afecta esta enfermedad en cada una de estas cuestiones?

La mayor prevalencia de depresión en la mujer frente al hombre se observa en todos los países de todos los continentes en los que se ha estudiado con una misma metodología, promovida por la OMS (en 15 países diferentes). Además, la proporción entre mujer y hombre no es pequeña sino que alcanza un rango medio de 1,9 (casi el doble, a favor de las mujeres). Esta desproporción se observa tanto en ancianos como en jóvenes, si bien en éste último caso se hace algo menor. Por lo tanto, es muy probable que los factores que explican estas fuertes    diferencias tengan un fuerte componente biológico, sin excluir factores ambientales.

Si son fumadoras, ¿sufren más depresiones? ¿Es un factor más para caer en depresión o viceversa?

Sí, como ya hemos dicho, las personas fumadoras tienen tasas de depresión más altas que las no fumadoras. Además, las personas que han tenido algún problema de depresión ven más difícil dejar de fumar y es más probable que fracasen en sus intentos de abandono del consumo de tabaco. En los países en los que está disminuyendo el tabaquismo por la aplicación de las políticas antitabaco que exige la OMS (como las dos leyes que se han implantado en España), cuando se va alcanzando un momento en el cuál la gran mayoría de la población no fuma o fuma cada vez una menor proporción, la tasa de fumadores con depresión tiende a hacerse aún mayor en este grupo residual de fumadores. En adultos jóvenes, se observa una mayor probabilidad de comenzar a fumar en aquellos que presentan historia previa de depresión mayor. A su vez, algunos fumadores que intentan dejar de fumar tienden a deprimirse. La evidencia de una relación bidireccional en jóvenes entre depresión e iniciación de la conducta de fumar (la depresión como factor de riesgo para comenzar a fumar y fumar como factor de riesgo para sufrir depresión), sugiere la posibilidad de que pueda haber una vulnerabilidad que es común a ambos trastornos.

Desde el punto de vista de la psicología, ¿existe la posibilidad de que la mujer sea más propensa al consumo de cigarrillos que los hombres por esas diferencias cerebrales?

Las diferencias en la prevalencia de tabaquismo entre distintos países son notables, como se ha demostrado en los estudios promovidos por la OMS. Pero en todos esos países la prevalencia de depresión es mayor en la mujer (1,9 veces superior). Sin duda, existe la posibilidad de que la mujer sea más propensa al consumo de cigarrillos que los hombres, en la sociedad actual, como consecuencia de una mayor prevalencia de la depresión en la mujer (pues la depresión es un factor de riesgo para el consumo de tabaco), en aquellos países en los que los factores sociales favorecen el consumo de la mujer.

 

Por Alba Moreno

http://ow.ly/KLId8  ;

Source: www.noticiasdesaludyciencia.com

La mujer suele tener una mayor prevalencia de estrés laboral que el hombre 

¿Se puede decir que sufren más estrés las mujeres en el mundo laboral que los hombres? De ser así, ¿qué circunstancias son las que hacen que se produzca ese estado?

En general, en todas las encuestas realizadas en España sobre estrés laboral la mujer suele tener una mayor prevalencia de estrés laboral que el hombre. La mujer asume más responsabilidades domésticas (organización, funcionamiento, limpieza, educación de los hijos, salud de todos, etc.) que el hombre, por lo que tiene más problemas de conciliación de las demandas laborales. Por otro lado, la mujer por lo general es más perfeccionista, es más nerviosa o ansiosa, más insegura, es capaz de atender más tareas a la vez (lo que aumenta más la ansiedad), es más obsesiva y perfeccionista (le da más vueltas a los problemas, se exige más grado de control, que no siempre es posible, etc.), tiene mayor temor a las sensaciones físicas propias de la ansiedad o la alta activación fisiológica producida por el estrés, sufre más cambios emocionales asociados a cambios hormonales (disforia de género), está más descontenta con su imagen corporal, le concede más importancia a dicha imagen, etc.

 En líneas generales, ¿cómo se puede evitar la ansiedad y la depresión?

En primer lugar, teniendo buena información sobre qué son las emociones (como la ansiedad, tristeza, ira, culpa, etc.) y el estrés. Profundizando también en cuáles son los factores que pueden ayudar a disminuir las reacciones emocionales y el estrés. En segundo lugar, desarrollando habilidades cognitivo-conductuales para el manejo de las emociones y el estrés, como por ejemplo, habilidades de relajación, o para el manejo de la atención (que está muy relacionada con la ansiedad), habilidades para reevaluar cognitivamente los problemas que nos estresan o nos generan emociones negativas, y en general desarrollar nuestra capacidad para autorregular nuestras emociones y nuestro estilo de vida.

Muchas veces achacamos los datos que indican que los hombres dejan de fumar mientras que las mujeres se incorporan a estos hábitos a razones históricas. En este sentido se ligaba a la liberación de la mujer.

Lo que está claro es que las mujeres que tiene ahora una edad que supera o se sitúa en la esperanza media de vida para la mujer, superior a 80 años, en su gran mayoría ni fuma ni ha sido nunca fumadora. Pero, sin embargo, las mujeres jóvenes fuman tanto o más que los hombres. Este gran cambio en la prevalencia del tabaquismo en la mujer española se ha producido en las últimas décadas, coincidiendo con los cambios sociales de equiparación de la mujer con el hombre (incorporación de la mujer al mundo laboral, universitario, etc.).

 

http://ow.ly/KLId8  

Por Alba Moreno

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Depresión en el ámbito laboral – Informe de la World Federation for Mental Health

http://ow.ly/HRIk1  

 

La depresión es la principal causa de discapacidad en el mundo, y afecta a más de 350 millones de personas. Además de los síntomas más conocidos de este trastorno, como es el bajo estado de ánimo, la depresión tiene otros síntomas cognitivos como son: la falta de concentración, la indecisión o los problemas de memoria, que están presentes la mayor parte del tiempo durante los episodios .

 

Estos síntomas cognitivos afectan a muchos aspectos de la vida del paciente, entre los que se encuentran, el bajo rendimiento en el trabajo y el peor funcionamiento social.

Por esta razón, la Federación Mundial de la Salud Mental (World Federation for Mental Health – WFMH) ha publicado un breve informe: Depresión en el ámbito laboral(Depression in the workplace), en el que hace referencia al impacto que tiene la depresión en el rendimiento laboral y la falta de recursos que tienen las empresas para manejar y ayudar a los empleados con problemas de salud mental.

 

Según los datos presentados en este documento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que la depresión tiene una carga superior que otros trastornos psiquiátricos como el trastorno bipolar o la esquizofrenia, y mayor que otras enfermedades como el cáncer. La depresión tiene unos importantes costes socioeconómicos. Se estima que en 2010 este trastorno le costó unos 92.000 millones de euros a Europa, de los cuales aproximadamente 54.000 millones (59%), fueron por costes indirectos, como por ejemplo el absentismo laboral.

Es importante señalar que, aunque la conciencia del problema de la depresión ha mejorado, el estigma asociado con este trastorno permanece. Un estudio paneuropeo hecho por la Asociación Europea de Depresión (EDA), sobre el impacto de la depresión en el lugar de trabajo, mostró que sólo un tercio de los trabajadores con depresión en Europa, le dijo a alguien del trabajo lo que tenían. Las principales razones para guardar silencio fueron el estigma y el miedo a poner su trabajo en riesgo. Además, un tercio de los directores de empresas europeas, refiere que no cuentan con apoyo formal, ni recursos para tratar estos casos.

Por todo esto, es imperativo actuar contra la depresión. Según el informe, hay una serie de acciones que los políticos, empresarios o profesionales de la salud pueden poner en marcha. Estas acciones deben incluir todas las perspectivas: psicoeducativa, de prevención y detección temprana, y de acceso a un tratamiento eficaz.

Según el informe, los empleadores podrían ahorrar al menos el 30% de lo que pierden por falta de productividad y sustitución de las personas con trastornos de salud mental, mediante medidas sencillas de prevención e identificación temprana de los problemas de salud mental en el trabajo. La literatura disponible sobre el impacto del tratamiento psicológico para la depresión, en los costos de productividad de los trabajadores, sugiere que los logros alcanzados en la reducción del absentismo y la mejora de la productividad en el trabajo, compensan los costos del tratamiento.

Además, desde el punto de vista legislativo, existe la necesidad de dar respuesta a los directivos que piden mejores políticas para proteger a los empleados, y unas guías para saber cómo actuar ante un empleado con depresión, ya que la mayoría admiten que no saben cómo actuar. Empleadores y ejecutivos de recursos humanos deben desempeñar un papel de liderazgo, facilitación, asesoría y defensa, para apoyar a los empleados con este problema.

Aún hoy en día, sigue vigente la falsa creencia de que el tratamiento de los trastornos mentales como la depresión, es muy costoso, cuando en realidad se ha comprobado que con iniciativas simples y baratas, el estado de los pacientes mejora mucho, y se reducen considerablemente la carga y los costes en la economía.

Según los datos presentados, vemos que la depresión tiene graves consecuencias en el funcionamiento diario, lo que conlleva unos importantes costes personales y económicos.

Source: www.infocop.es

¿Qué se puede hacer para reducir el impacto de la depresión en el lugar de trabajo?

 

En el informe se plantean diferentes ideas para tratar de abordar este problema:

Es importante enseñar a todas las personas a cuidar de su salud mental para prevenir que desarrollen trastornos como la depresión, proporcionando información sobre el manejo del estrés y la adopción de un equilibrio trabajo/vida saludable.Dar acceso a tratamientos eficaces para el abordaje de los problemas psicopatológicos a toda la población.Hace falta asesorar y dar pautas a los directivos y responsables de recursos humanos de las empresas en el manejo de los empleados con depresión, con el objetivo de facilitar la recuperación y ahorrar costes.Asegurar que las políticas y la legislación que tienen un impacto sobre la salud mental en el lugar de trabajo, contengan medidas específicas para mejorar el bienestar mental, y como mínimo garantizar que la salud mental de los empleados no se vea afectada.

Para el abordaje de toda esta problemática ha nacido: Target Depression in the Workplace (La depresión en el lugar de trabajo), iniciativa europea formada por un grupo asesor de algunas de las empresas más grandes de Europa e internacionales, que trabajan en temas de salud, laborales y de empleo, cuyo objetivo principal es asesorar y apoyar a los profesionales de recursos humanos en toda Europa en el manejo de los trastornos psicopatológicos entre sus empleados.

 

Se puede consultar el informe completo en el siguiente enlace:

Depression in the workplace – World Federation for Mental Health

 

http://ow.ly/HRIk1  

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Depresión

DINERO Y SALUD – Depresión

 

DepresiónUn ´perro negro´ que con ayuda se puede domesticarTristeza y anhedonia son dos palabras clave para identificar un trastorno que, en su faceta más grave, afecta a unos seis millones de personas en España. Son sentimientos que todos conocemos, pero que cuando se alargan en el tiempo cobran intensidad y acarrean serios problemas. Detectar la depresión y tratarla cuanto antes es la principal preocupación de los especialistas, ya que la buena noticia es que es posible librarse de ella.

La depresión es un trastorno psíquico caracterizado por alteraciones anímicas, conductuales y somáticas. Psiquiatras y psicólogos coinciden en una clasificación general y gradual que establece diferencias entre leve, moderada y grave o mayor. En el caso de esta última, afecta a unos seis millones de personas en nuestro país y,según datos publicados por el Centro de Investigación Biomédica en Red en Salud Mental (Cibersam), su prevalencia a lo largo de la vida es mayor en mujeres (16.5%) que en hombres (8.9%) y su incidencia en las últimas décadas va en aumento.
«En la mayoría de los casos, la sintomatología va apareciendo poco a poco y va agravándose con el tiempo. Los dos síntomas clave de la depresión son la tristeza y la anhedonia, es decir, la incapacidad para disfrutar de cosas con las que antes se disfrutaba. Estos dos estados son humanos, todos los conocemos, el problema es cuando estos síntomas persisten en el tiempo e impiden que una persona haga una vida normal», explica Víctor Pérez Sola, coordinador del Área de Trastornos Depresivos del Cibersam y jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital del Mar de Barcelona.
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó un campaña titulada «Un perro negro llamado depresión», que a través de un vídeo divulgativo, muy recomendable, explica con esta metáfora del ‘perro negro’ los procesos por los que pasa una persona deprimida y cómo gracias a la ayuda de los profesionales de la salud mental y la propia voluntad es posible cambiar la situación y volver a disfrutar de la vida con sus dificultades, tristezas y alegrías.

TRATAMIENTOS
Tomar conciencia del propio estado, informarse y buscar la ayuda de un profesional es fundamental. Al tratarse, en principo, de un estado anímico que depende de sentimientos que ya conocemos las personas con depresión , en ocasiones, piensan que pueden afrontarla por sí mismas, también están presentes las ideas de culpa: muchos enfermos se sienten culpables con respecto a lo que les ocurre y tardan meses y meses en buscar ayuda.
Psiquiatras y psicólogos coinciden en que en los casos de depresión leve el paciente puede hacer una vida más o menos ‘normal’ y el tratamiento que se recomienda es de ‘councelling’ (asesoramiento) y control. No es necesario utilizar fármacos, excepto si la persona tiene una historia previa de depresiones.

Antonio Cano Videl, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) y catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), explica que, en el caso de la depresión leve, «los pacientes tienen muy buen pronóstico.
Suelen ser personas que han sufrido una pérdida o atraviesan situaciones de estrés y reaccionan con un estado de ánimo más bajo, lo que las lleva a estar más meditabundas, a estar pasivas a nivel conductual y activadas a nivel fisiológico, lo cual produce ansiedad, insomnio, malestar psicológico… Esas personas, con un poco de información y recomendándoles que vuelvan a hacer de nuevo las actividades que han dejado de hacer, recuperan su estilo de vida anterior y su estado de ánimo». Cano explica que en los casos de depresión moderada, además de información y consejo se requiere que esa persona aprenda ciertas habilidades cognitivas y sociales que, o bien ha dejado de poner en práctica, o bien nunca ha tenido. Para los casos de depresión mayor, el psicólogo explica que «puede ser necesario, además de todo lo anterior, el uso de antidepresivos». Actualmente, los más usados son inhibidores de la recaptación de la serotonina e inhibidores de la recaptación de serotonina y la noradrenalina. 
«La psicoterapia y la farmacoterapia son igualmente eficaces para los casos leves y graves.Desde el punto de vista del Sistema Nacional de Salud (SNS), se tiende usar el tratamiento más barato y más fácil de hacer, que es recetar antidepresivos. Pero la psicoterapia es igual de efectiva, siempre que la practique un profesional cualificado, lo que ocurre es que es más cara porque requiere horas de dedicación por parte de un experto», explica Victor Pérez. Sin embargo, existe la controversia de que a muchos de los pacientes tratados con psicofármacos les bastaría un entrenamiento psicológico para manejar sus emociones, algo que no da un antidepresivo.

http://www.dineroysalud.es/REVISTA/articulos/GestionNoticias_4221_DYS_2005.asp

Source: www.dineroysalud.es

Antonio Cano Vindel coordina actualmente un estudio clínico experimental en Atención Primaria (AP), que se está llevando a cabo en 14 centros de salud de cinco comunidades autónomas con 200 pacientes implicados hasta ahora. Se trata de una iniciativa que emana del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, con los colegios de Valencia, Castilla-La Mancha, Baleares y Vizcaya, y está previsto que se incorpore Andalucía. En el estudio se ha detectado que uno de cada tres pacientes que acude a AP tiene síntomas de ansiedad, depresión o desordenes emocionales que provocan síntomas físicos. Estos pacientes son tratados con psicoterápia sin fármacos en siete sesiones de grupo, lo cual es una novedosa manera de introducir la Psicología en AP.
En general, los expertos buscan una detección lo más precoz posible y, en Psiquiatría, también tratamientos más eficaces y rápidos. La terapia con antidepresivos tarda entre seis y ocho semanas en dar resultados, pero la ciencia investiga en el uso de fármacos novedosos, que consiguen una respuesta mucho más rápida. La ketamina es una de las sustancias en las que se investiga actualmente para el tratamiento de la depresión, "lo que pasa es que tiene altos riesgos porque es un anestésico y hay que administrarla con mucha precaución", añade Victor Pérez.

ALGUNOS DATOS DE INTERÉS:

Un trastorno altamente discapacitante: según un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud, la depresión mayor será la segunda causa de discapacidad en el año 2020.Principal factor de riesgo de suicidio: se trata de un problema sanitario de gran envergadura, con un importante coste económico, social y también personal ya que, por ejemplo, la depresión mayor está presente en el 70% de los suicidios consumados.A raíz de la crisis económica en España, entre 2006 y 2010 aumentó la prevalencia de la depresión en los pacientes que acuden a AP.

COMORBILIDAD Y METABOLISMO:
La comorbilidad de enfermedades orgánicas y depresión es un tema que está cobrando mucho protagonismo, ya que la presencia o no de esta es una variable que cambia drásticamente el pronóstico. En estos casos, es muy importante la detección y el tratamiento precoz.

Enfermedades metabólicas como la obesidad y la diabetes, en muchos casos, acarrean depresiones. Es frecuente que los pacientes con enfermedades metabólicas y depresión abandonen el tratamiento, no sigan la dieta recomendada y no hagan ejercicio físico, lo que empeora considerablemente su evolución.‘La pescadilla que se muerde la cola’. Según Antonio Cano, "algunas personas deprimidas tienden a comer peor. Hay personas que adelgazan, pero por lo general se tiende a comer más y a estar más pasivo, por lo tanto aumentan las posibilidades de tener problemas de obesidad y hay más probabilidades de tener diabetes y problemas cardiovasculares".Sistema inmune. Una persona deprimida es más probable que tenga bajas las defensas por lo que es más probable que desarrolle enfermedades autoinmunes.

ALGUNOS COSEJOS:

Practicar relajación y meditación mindfullnes. Un estudio piloto publicado recientemente por la SEAS apunta que la meditación mindfulness parece ejercer una acción inmunomoduladora en pacientes con ansiedad y depresión.Mejor un profesional que la autoayuda. No todos los métodos de autoayuda son útiles. Lo mejor es buscar información de fuentes fidedignas como las sociedades científicas y los profesionales de la salud mental.Hacer fente a los problemas es mejor que mirar a otro lado. Mirar de frente al ‘perro negro’ y abrazarlo es la forma de domesticarlo.
 http://www.dineroysalud.es/REVISTA/articulos/GestionNoticias_4221_DYS_2005.asp

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Más psicólogos contra el exceso de antidepresivos | estusanidad.com

Un ensayo analizará los beneficios de tratar a personas con trastornos emocionales sin tranquilizantes 17/09/2014 08:43 h.

Jesús Vicioso Hoyo. Madrid
Los trastornos mentales como desórdenes de tipo emocional, ansiedad, depresión o estrés están muy presentes en las consultas de Atención Primaria. De hecho, las personas que padecen alguna de estas patologías acuden al médico una media de 19 veces más al año que que no tiene un problema emocional. Esta hiperfrecuentación supone un doble gasto, no sólo económico, que también, sino en la calidad de vida de unos pacientes, que, en la mayoría de los casos, vuelven a casa con un antidepresivo o tranquilizante bajo el brazo. De hecho, según un estudio que acaba de ser presentado en el Congreso Internacional de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) de Valencia, nuestro país es el segundo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el consumo de este tipo de fármacos, en un ‘ranking’ encabezado por Portugal: la media de la OCDE no llega a las 24 dosis definidas diarias por cada mil habitantes, mientras que en España se consumen 59.

El máximo responsable de la SEAS, el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Antonio Cano Vindel, reconoce que estos son unos malos datos que han de forzar una “profunda reflexión” de los responsables sanitarios. “Estos pacientes, con el tratamiento habitual que se les da en Atención Primaria, no se curan. Los psicofármacos solo reducirán los síntomas, pero el problema psicosocial, laboral o personal no mejorará y aunque esté ‘anestesiado’ no habrá resuelto el asunto de verdad, que es aprender a encarar estas dificultades”, expresa Cano.

El catedrático de la UCM afirma que las personas “no saben manejar bien” sus emociones, y esto pasa factura. “Además de la magnificación, en estos tiempos hay una mayor ‘rumiación’, es decir, darle más vueltas a las cosas, lo que genera más ansiedad, irritabilidad y sobrecarga”, apunta Cano, quien propone un “cambio de modelo” que se encamine a lo que está cosechando tan buenos resultados en otros países europeos.

El presidente de la SEAS pone el ejemplo de Reino Unido: en 2007, la Escuela Nacional de Economía de la Salud dijo que la receta de psicofármacos en Primaria y no curar con éxito a los pacientes era una gran carga sanitaria, social, laboral y personal y que había que intentar otros métodos. “Contrataron, en un primer momento, a 3.000 psicólogos que empezaron a atajar la situación dando información, no una pastilla. Se ha calculado que por cada euro invertido en este tipo de atención, hay un ahorro de 20 euros. Y cada año se ha seguido aumentando el número de psicólogos porque les merece la pena. Ahora se ha ampliado de adultos a población infantil”, comenta Cano.

Source: www.estusanidad.com

Ensayo clínico controlado PsicAP (Psicología en Atención Primaria). 

A este respecto, el responsable de la SEAS anuncia que se acaba de emprender un ensayo en el que actualmente participan 14 centros de salud, con unos 100 profesionales sanitarios en cinco comunidades (Madrid, Castilla-La Mancha, Valencia, Baleares y País Vasco) y que en breve se sumará Andalucía. Unos 300 pacientes (serán 1.200 al final) se han sumado a este estudio de la Fundación Española para la Promoción y el Desarrollo Científico y Profesional de la Psicología (Psicofundación) en el que se hará un seguimiento de los que sigan un tratamiento farmacológico y de los que, por el contrario, sean tratados por un psicólogo.

“Veremos si con solo siete sesiones grupales se puede enseñar lo que deben saber para afrontar sus situaciones de ansiedad sin necesidad de recurrir a fármacos. Y una vez que las superen una vez, sabrán hacerlo en el futuro, llegado el caso”, indica Cano Vindel. “Estamos ante otra forma de ayudar a los pacientes, más efectiva que una simple pastilla que no es la solución que necesitan”, concluye.

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La atención de problemas psicológicos en Atención Primaria (PsicAP): Guía del Psicólogo mes de Mayo 2014

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Boletín mensual del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. Mayo 2014.

La atención de problemas psicológicos en Atención Primaria (PsicAP). http://ow.ly/GUGTo

Antonio Cano Vindel

Catedrático de Psicología

Entre los pacientes que acuden a su Centro de Salud, si se les pide que respondan a un cuestionario de cribado, uno de cada dos presenta sintomatología emocional compatible con un diagnóstico de trastorno de ansiedad, depresión o somatizaciones. Con entrevista diagnóstica, se confirma que uno de cada tres presenta al menos uno de estos trastornos mentales comunes.

Por lo general, estos síntomas y desórdenes emocionales están asociados a factores de tipo psicosocial, como el estrés, principalmente de tipo laboral, familiar, económico o relacionado con la salud, que no son abordados por el tratamiento habitual que se proporciona en Atención Primaria (AP), fundamentalmente farmacológico. La evidencia científica señala que este tipo de tratamiento para este tipo de problemas emocionales tiende a generar una cronicidad de los síntomas y del consumo de psicofármacos, así como un progresivo desarrollo de nuevos trastornos comórbidos con el inicial (Cano-Vindel, 2011). Véase en la Web el artículo “Los problemas de ansiedad, estrés y depresión en Atención Primaria”.

Así, por ejemplo, personas sometidas a estrés intenso y prolongado, desarrollan con frecuencia síntomas de ansiedad, con alta activación fisiológica y fuerte malestar emocional. Si no se manejan bien estos síntomas y no se ofrece una correcta psicoeducación, suelen producir mayor nivel de ansiedad, insomnio, molestias musculares, dolor, disfunciones digestivas, cardiovasculares, dermatológicas, sexuales, de la alimentación, así como preocupación por todo ello, lo que aumenta de nuevo los niveles de ansiedad y la probabilidad de desarrollar ataques de pánico, trastorno de pánico, agorafobia, e incluso síntomas depresivos.  Véanse los trabajos publicados por Papeles del Psicólogo sobre pánico (Cano-Vindel, Wood,  Dongil y Latorre, 2011) y depresión (Cano-Vindel, Salguero, Wood, Dongil y Latorre, 2012) en AP.

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Antonio Cano-Vindel‘s insight:

El COP de Madrid ha promovido un proyecto piloto cuyo objetivo es poner a prueba una iniciativa similar en nuestro país que favorezca la diseminación de los tratamientos psicológicos eficaces para los desórdenes emocionales (trastornos de ansiedad, del estado de ánimo y somatizaciones) en el ámbito de AP, a través de un ensayo controlado aleatorizado de dos grupos paralelos. La hipótesis es que el tratamiento cognitivo-conductual será más eficaz y eficiente que el tratamiento convencional farmacológico, reduciendo en mayor medida los síntomas emocionales y el porcentaje de casos clínicos; consiguiendo mayores niveles de mejora de la disfunción, de la calidad de vida  y eficiencia (reducción de la frecuentación, del consumo de psicofármacos y otros índices de gasto sanitario). Además, estas ganancias se mantendrán en el seguimiento a 3, 6 y 12 meses.

El ensayo ha sido apoyado también por el COP de la Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha y Baleares, entre otros, está coordinado por Psicofundación, y ya está en marcha en 9 Centros de Salud de la Comunidad de Madrid y otros 4 más distribuidos en Valencia, Albacete, Mallorca y Vizcaya.

En los Centros de Salud que se ha aprobado se ofrecerá la posibilidad de participar en el mismo a los pacientes adultos que presenten estos tipos de problemas psicológicos. El tratamiento psicológico se aplicará en grupo, está descrito en el Manual del Terapeuta y se aplicará en 7 sesiones, más las 2 de evaluación, distribuidas a lo largo de unas 20-24 semanas.

Se iniciará con un entrenamiento psicoeducativo (sesiones 2 y 3), con el fin de dotar a los participantes de información concreta (oral y escrita), así como recursos de información (por ejemplo, libros, página Web www.desordenesemocionales.es), sobre el estrés, las emociones, la ansiedad, la ira, la depresión, el papel de los errores y sesgos cognitivos sobre la emoción, el aprendizaje emocional, la regulación emocional, las relaciones entre emoción y conducta, etc. Se motivará a los pacientes para tomar un papel activo en el tratamiento y desarrollar las tareas para casa diarias correspondientes.

También en la sesión 3 se introducirán las técnicas de relajación, con una mezcla de entrenamiento en relajación muscular progresiva de Jacobson, en respiración abdominal y en imaginación. Se explicarán los principios de estos ejercicios, los objetivos que se pretenden y la forma de realizar el entrenamiento. Además, se pedirá la práctica diaria en casa con una grabación de audio que se suministrará, con una duración aproximada de unos 30 minutos.

Las sesiones 4 y 5 se dedicarán a la realización de práctica en reestructuración cognitiva y entrenamiento en autorregulación emocional (Cano-Vindel, Dongil, Salguero y Wood, 2011). Primero se les instruirá, de manera general en qué son las emociones, cómo se manifiestan,  en qué situaciones se producen, qué reacciones ayudan a mejorar la adaptación al entorno, o qué estrategias son adecuadas para regular dichas reacciones. También se explicará cómo se pueden desarrollar fácilmente algunos desórdenes emocionales, cómo es posible la detección y cambio de pensamientos deformados, creencias irracionales, valoraciones amenazantes, errores y sesgos cognitivos, etc., que provocan estados emocionales negativos intensos en la vida cotidiana. Se trabajará con muestras concretas de sucesos emocionales vividos en la última semana y se les mostrará cómo deben enfocar dichos sucesos desde una nueva perspectiva cognitivo-emocional que les ayudará entender mejor la regulación emocional.

Las sesiones 6 y 7 se centrarán en las técnicas conductuales e irán dirigidas a que los pacientes aprendan o reaprendan y utilicen en su vida cotidiana emociones y conductas que habían dejado de manejar correctamente. Esta intervención puede incluir un paquete de tratamiento compuesto por varias técnicas que se inician en consulta y deben practicar diariamente en casa: autoobservación, control de estímulos, entrenamiento conductual reforzado, exposición, entrenamiento en habilidades de afrontamiento, etc. En consulta se revisan los sucesos emocionales vividos recientemente, se refuerza por los logros, se corrigen errores y se sigue animando a disminuir los errores o sesgos cognitivos que desatan las reacciones emocionales que alteran la conducta, poniendo más tareas para casa que implican ensayo, práctica, exposición progresiva, etc.

La sesión 8 incluye la prevención de recaídas, señalando que éstas no significan una vuelta al principio, sino un nuevo reto que hay que superar y una oportunidad para aprender más.

En la novena y última sesión se volverán a utilizar los mismos instrumentos que en la evaluación pretratamiento, cuyos resultados serán comparados con los del grupo control.

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Desordenes emocionales (ansiedad, depresión, somatizaciones) en Atención Primaria. La Web del ensayo PsicAP (Psicología en Atención Primaria)

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La Web Desordenes Emocionales en Atención Primaria surgió como página principal del estudio PsicAP (Psicología en Atención Primaria), cuyo objetivo es diseminar el tratamiento psicológico basado en la evidencia, y que se inicia con un ensayo clínico controlado aleatorizado multicéntrico que se ha puesto en marcha en las Comunidades Autónomas de Madrid, Valencia, Castilla-La Mancha (Albacete), País Vasco (Vizcaya) e Islas Baleares (Calviâ). Ya está en marcha en 13 Centros de Salud, en los que los pacientes con ansiedad, depresión o somatizaciones podrán recibir tratamiento psicológico o el tratamiento habitual.

 

Título: “Proyecto piloto para tratar los desórdenes emocionales en Atención primaria con técnicas psicológicas basadas en la evidencia: un ensayo clínico controlado aleatorizado”.

 

http://www.desordenesemocionales.es/

 

Antonio Cano-Vindel‘s insight:

Las emociones, como el miedo, la ansiedad, la tristeza o la euforia, son reacciones que experimentados todos ante situaciones comprometidas de peligro físico, amenaza de un resultado negativo, pérdida de un ser querido o un importante éxito.

 

Durante estas reacciones experimentamos malestar o bienestar psicológico, sensaciones fisiológicas de activación o calma, así como la sensación de control o pérdida del mismo. Nuestro cuerpo experimenta cambios fisiológicos que podemos percibir y otros de los cuales no tenemos información, en diferentes sistemas como el cardiovascular, digestivo, endocrino, muscular, etc. Estos cambios suelen ser adaptativos, en el sentido que nos permiten responder mejor a la situación con una conducta más apropiada.

 

Así, experimentamos miedo ante un peligro para nuestra integridad física, que nos prepara para huir, luchar o quedarnos paralizados; o bien, experimentamos ansiedad ante la anticipación de un problema que podría arrojar un resultado negativo para nuestros intereses, lo que nos lleva a ponernos en alerta, experimentando nerviosismo e inquietud.

 

Pero las reacciones emocionales también pueden producirnos algunos problemas, en algunas ocasiones, si no sabemos manejar estas respuestas. Así, por ejemplo, un exceso de miedo o ansiedad, casi permanente ante casi cualquier situación cuyo peligro o amenaza estamos sobrevalorando a nivel cognitivo, con interpretaciones magnificadas, a las que no paramos de dar vueltas o rumiar, nos conduce a un estado de excitación o activación exagerado, que no sólo no resulta adaptativo para mejorar nuestra conducta, sino que además puede a la larga producir un trastorno de ansiedad o algunas somatizaciones.

 

Los problemas de ansiedad, depresión y somatizaciones (quejas físicas de origen no biológico que cursan con altos niveles de ansiedad) son los trastornos mentales más prevalentes en la Atención Primaria española.

 

Aproximadamente, uno de cada tres pacientes que acude a su médico de Atención Primaria, presenta uno de estos trastornos. Además, otras personas que no cumplen los criterios clínicos de éstos, presenta un desorden emocional caracterizado por una sintomatología intensa asociada a estrés psicosocial. Con lo que al final uno de cada dos pacientes que acude a Atención Primaria presenta síntomas emocionales, malestar psicológico, activación fisiológica y algunos problemas de conducta.

 

El tratamiento que se ofrece en estos casos es principalmente farmacológico, cuando se debería iniciar con un entrenamiento en psicoeducación, que implica dar la información necesaria sobre lo que le está sucediendo a nivel emocional, así como claves para comenzar a autorregular mejor sus emociones.

 

Psicofundación ha promovido la puesta en marcha de un ensayo clínico (PsicAP) que pretende llevar la psicoeducación y el entrenamiento en técnicas psicológicas cognitivo-conductuales a los pacientes que acuden a Atención Primaria con alguno de los desórdenes emocionales más frecuentes: problemas de ansiedad, depresión leve o moderada, así como somatizaciones. Se trata de un ensayo multicéntrico que se desarrolla en las Comunidades Autónomas de Madrid, Valencia, Castilla-La Mancha, Islas Baleares y País Vasco. Este ensayo pretende demostrar que este tipo de abordaje psicológico es más eficaz y eficiente que el tratamiento habitual que se ofrece en Atención Primaria.

 

See on www.desordenesemocionales.es

Relaciones entre estrés, tabaco y trastorno de pánico

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Diversos estudios vienen mostrando, por un lado, una asociación entre elevados niveles de estrés y el inicio o aumento en el consumo de tabaco y, por otro lado, una relación causal directa entre el consumo prolongado de nicotina y el posterior desarrollo del trastorno de pánico. El objetivo de este trabajo de revisión sistemática consistió en analizar la literatura científica publicada acerca de la asociación del estrés y la ansiedad con el inicio y mantenimiento del consumo de tabaco en adolescentes y adultos, así como los efectos negativos que produce dicho consumo prolongado sobre la probabilidad de aparición de trastorno de pánico. Los resultados confirman que existe evidencia sobre la relación existente entre elevados niveles de estrés y el inicio o aumento en el consumo de tabaco, lo que a la larga multiplica (la evidencia en este sentido es más clara) el riesgo de sufrir trastorno de pánico. 

Antonio Cano-Vindel‘s insight:

Se concluye que el consumo de tabaco constituye un grave riesgo para la salud mental, especialmente el trastorno de pánico; además, se argumenta la necesidad de abordar la prevención y el abandono del consumo con nuevos y mejores tratamientos especialmente diseñados para aquellas personas con altos niveles de estrés y ansiedad.

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Personalidad: un determinante de la satisfacción conyugal en matrimonios con un cónyuge diagnosticado de depresión mayor

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La literatura sugiere que existen factores que explican la asociación entre insatisfacción conyugal y Depresión Mayor. Analizamos si la personalidad actúa como factor determinante en la asociación entre insatisfacción conyugal y la aparición de un Primer Episodio de Depresión Mayor (PEDM). Además, estudiamos si hay factores de personalidad específicos que se relacionen con la insatisfacción conyugal en función de la evolución del PEDM.

 

Metodología: Administramos la Escala de Hamilton para la Depresión y la Escala de Ajuste Diádico en el momento del diagnóstico del trastorno depresivo (T1) y seis meses más tarde (T2), en seis centros ambulatorios. Participaron 59 matrimonios con un cónyuge diagnosticado de PEDM y otro cónyuge sano. Además, los pacientes deprimidos completaron el Inventario de Personalidad NEO-PIR.

Antonio Cano-Vindel‘s insight:

Resultados: Hay factores de personalidad que median entre el Primer Episodio Depresivo Mayor (PEDM) y la insatisfacción conyugal. El “neuroticismo” media tanto en T1 (diagnóstico) como en T2 (6 meses después). Sin embargo, la relación entre los factores de personalidad y la insatisfacción conyugal depende de la evolución del episodio. Si éste ha remitido en T2, la personalidad puede no asociarse con la interacción conyugal, pero si persiste, la “apertura” y la “responsabilidad” se asocian con menor insatisfacción conyugal.

 

Conclusiones: El “neuroticismo” es el factor de personalidad más importante como mediador entre insatisfacción conyugal y la evolución de un PEDM.

See on www.psiquiatria.com

Sobrepeso, obesidad y depresión: revisión sistemática y meta-análisis de estudios longitudinales. JAMA

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Objetivo   Realizar una revisión sistemática y meta-análisis sobre la relación longitudinal entre la depresión, el sobrepeso y la obesidad e identificar posibles factores de influencia.

Fuentes de Datos   Los estudios se encuentran en PubMed, PsycINFO y EMBASE y seleccionados en varios criterios.

Estudio de selección   Los estudios que examinan longitudinalmente la relación bidireccional entre la depresión y el sobrepeso (índice de masa corporal 25 a 29,99) o la obesidad (índice de masa corporal ≥ 30) fueron seleccionados.

Extracción de datos   no ajustados y ajustados odds ratios (OR) se extrajeron o proporcionados por los autores.

Síntesis de los datos   En general, se calcularon OR ajustados y los análisis de subgrupos se realizaron para los 15 estudios incluidos (N = 58 745) para estimar el efecto de posibles moderadores (sexo, edad, gravedad de la depresión). La obesidad al inicio del estudio aumentó el riesgo de aparición de la depresión durante el seguimiento (OR no ajustada, 1,55; intervalo de confianza del 95% [IC]: 1,22 a 1,98; P  <0,001). Esta asociación fue más pronunciada entre los estadounidenses que entre los europeos ( P  = 0,05) y para el trastorno depresivo mayor que para los síntomas depresivos ( P  = 0,05). El sobrepeso aumenta el riesgo de aparición de la depresión durante el seguimiento (OR no ajustada, 1,27, IC 95%, 1,07-1,51; p  <0,01). Esta asociación fue estadísticamente significativa entre los adultos (20-59 años y ≥ 60 años), pero no entre las personas más jóvenes (<20 años). Depresión basal (síntomas y el trastorno) no fue predictivo de sobrepeso en el tiempo. Sin embargo, la depresión aumenta las probabilidades de desarrollar obesidad (OR: 1,58, IC 95%, 1,33-1,87; p  <0,001). Los análisis de subgrupos no reveló moderadores específicos de la asociación.

Antonio Cano-Vindel‘s insight:

Conclusiones   Este meta-análisis confirma una relación recíproca entre la depresión y la obesidad. Se encontró que la obesidad aumentó el riesgo de depresión, más pronunciada entre los estadounidenses y para la depresión clínicamente diagnosticada. Además, la depresión se encontró que era predictivo de desarrollar obesidad.

See on archpsyc.jamanetwork.com