Las personas fumadoras de tabaco tienen más depresión

Entrevista al Dr. Cano Vindel, docente de Psicología en UCM y Presidente de SEAS, sobre la relación entre estrés, ansiedad, consumo de tabaco y mujer.

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¿Cuál es la relación concreta del tabaquismo en los trastornos mentales en hombres y mujeres? ¿Por qué las mujeres sufren más la depresión y la ansiedad? Y en relación con el tabaco… ¿Fumar relaja como dicen los fumadores? ¿Por qué no dejan de fumar las mujeres en la misma proporción que lo hacen ellos? ¿Por qué las chicas adolescentes empiezan a fumar y los chicos no?  Para responder a todas estas preguntas y otras relacionadas, entrevistamos al Dr. Cano Vindel, docente de Psicología en la Universidad Complutense de Madrid y Presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS).

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Diversos estudios han mostrado la relación entre estrés y tabaquismo, pero todos estamos acostumbrados a oír a los fumadores asegurar que el consumo de cigarrillos tiene un efecto relajante sobre ellos, ¿por qué se tiene esa creencia?

Efectivamente, existen estudios en los que se ha mostrado, por un lado, una asociación entre elevados niveles de estrés en jóvenes e inicio en el consumo de tabaco, así como entre alto nivel de estrés con un aumento del consumo de nicotina. Además, por otro lado, resulta todavía más evidente la relación causal directa que existe entre el consumo prolongado de nicotina y el posterior desarrollo de trastornos emocionales y del estrés, especialmente trastorno de pánico, trastorno de estrés postraumático y depresión.

Hay relación causal directa entre el consumo prolongado de nicotina y el posterior desarrollo de trastornos emocionales y del estrés

 

¿Por qué los fumadores tienen entonces la creencia de que fumar les relaja, cuando realmente sucede lo contrario?

Probablemente, porque “tienen” que fumar, “necesitan fumar”, para no tener aún más ansiedad, para no sufrir elsíndrome de abstinencia de la nicotina, caracterizado por malestar subjetivo, alta activación fisiológica y elevado estado de ansiedad. La nicotina es una droga que tiende a generar primero abuso, después una fuerte dependencia y, si se deja de consumir, un desagradable síndrome de abstinencia. El fumador necesita consumir y ello le lleva a justificar su consumo, ya sea negando o infravalorando los efectos negativos del tabaco sobre su salud o la de las personas que le rodean (incluidos sus propios hijos cuando son bebés), ya sea magnificando los efectos positivos del tabaco (“me relaja”, cuando en realidad aumenta la ansiedad).

Sabemos que cuestiones como la educación o economía influyen en el nivel de tabaquismo dentro de la población, pero ¿influyen también en enfermedades como la ansiedad o la depresión? ¿Se han estudiado relaciones entre tabaco y ansiedad?

Sí, en general, la educación y el nivel económico están relacionados con la salud en general, el tabaquismo (aunque depende también de los países) o los trastornos emocionales, como los trastornos de ansiedad y del estado de ánimo. Por lo general, las personas con menor nivel educativo o económico tienden a tener más problemas en estos campos. Además, probablemente son reacciones en cadena: con menor nivel educativo y económico es más probable el consumo de tabaco, especialmente a una edad temprana; a su vez, fumar diariamente multiplica por 2 la probabilidad de desarrollar un ataque de pánico o por 14 la probabilidad de desarrollar un trastorno de pánico.

¿Y con la depresión?

La relación entre consumo de tabaco y depresión es también clara. La depresión puede ser un precursor al trastorno por abuso de sustancias (incluido el tabaco) en algunos jóvenes, y el abuso de sustancias puede complicar el curso subsecuente de la depresión. Un nivel de cortisol elevado (alto nivel de estrés) antes del inicio del trastorno por abuso de sustancias (incluida la nicotina) puede indicar una vulnerabilidad al trastorno por abuso de sustancias. El incremento de las experiencias estresantes aumenta a su vez el riesgo para el trastorno por abuso de sustancias en estos jóvenes vulnerables. La alta prevalencia de trastornos por abuso de sustancias en individuos depresivos (un dato que se observa habitualmente) puede explicarse, en parte, por los altos niveles de estrés y una actividad incrementada del eje que regula la psicofisiología del estrés (cortisol).

La ansiedad no siempre precede al inicio del consumo de tabaco, mientras que el estrés vital sí.

 

¿Afecta el estrés y la ansiedad en la decisión de fumar? A empezar o a fumar más…

El rasgo de ansiedad suele estar relacionado con tabaquismo, aunque no siempre se confirma como un factor de riesgo para el inicio y mantenimiento del consumo de tabaco. Tal y como señala la revisión sistemática sobre la conducta de fumar, el estrés y el afecto negativo, llevada a cabo por Kassel et al. (2003), parece ser que la ansiedad no siempre precede al inicio del consumo de tabaco mientras que el estrés vital sí.

Al contrario, ¿El tabaco favorece el estrés y la ansiedad?

El consumo de tabaco claramente está asociado con la probabilidad de desarrollar problemas de estrés y ansiedad. Además, en una relación de tipo causal, pues el tabaquismo suele preceder a los trastornos de la ansiedad y el estrés, como el trastorno de pánico; mientras que el pánico no suele conducir al desarrollo posterior de tabaquismo.

Los últimos datos indican un claro descenso de fumadores varones frente al porcentaje de fumadoras ¿Existe alguna explicación?

No creo que tengamos una única explicación, aunque existen una serie de hechos conocidos que pueden ayudar a entenderlo. La mortalidad por cáncer de pulmón hasta ahora era un problema marcadamente masculino. Aunque en los últimos años se está duplicando esta tasa en la mujer, cada poco tiempo; pero todavía no es tan visible. Algunas personas fuman para afrontar el estrés, otras para no engordar, otras no se atreven a dejarlo porque engordan, otras fuman más porque son más impulsivas, otras fuman en situaciones sociales por dar mejor imagen (algo que ha cambiado en los últimos años). Algunos de estos factores afectan más a las mujeres.

Las personas fumadoras tienen tasas de depresión más altas”

 

 

¿Tiene algo que ver la ansiedad y la depresión?

Sí, claro; por ejemplo, las personas con más estrés laboral es más probable que fumen, especialmente las mujeres. Hoy en día, el estrés laboral es mayor en mujeres que en hombres. Ya hemos dicho que las personas con trastornos emocionales y del estrés es más probable que fumen. La prevalencia de trastornos de ansiedad es casi dos veces superior en las mujeres que en los hombres.

Los jóvenes varones adolescentes hacen más deporte, son menos ansiosos,  están menos preocupados por la presión de sus compañeros…”

 

Muchas veces achacamos los datos que indican que los hombres dejan de fumar mientras que las mujeres se incorporan a estos hábitos a razones históricas. En este sentido se ligaba a la liberación de la mujer.

Lo que está claro es que las mujeres que tiene ahora una edad que supera o se sitúa en la esperanza media de vida para la mujer, superior a 80 años, en su gran mayoría ni fuma ni ha sido nunca fumadora. Pero, sin embargo, las mujeres jóvenes fuman tanto o más que los hombres. Este gran cambio en la prevalencia del tabaquismo en la mujer española se ha producido en las últimas décadas, coincidiendo con los cambios sociales de equiparación de la mujer con el hombre (incorporación de la mujer al mundo laboral, universitario, etc.).

 

Pero actualmente, jóvenes de 13 años se siguen sumando a esta actividad, ¿por qué esa joven comienza a fumar, mientras que el varón de la misma edad no?

Los jóvenes varones adolescentes hacen más deporte, son menos ansiosos, están menos preocupados por la presión de sus compañeros y se identifican más con el cambio social que está viviendo nuestra sociedad en contra del tabaco.

La mayor prevalencia de depresión en la mujer frente al hombre alcanza un rango medio de 1,9 a favor de las mujeres

 

Según la Organización mundial de la Salud, más de 73 millones de mujeres sufren de depresión por cuestiones como la edad, la genética o las diferencias cerebrales entre hombres y mujeres ¿hasta qué punto afecta esta enfermedad en cada una de estas cuestiones?

La mayor prevalencia de depresión en la mujer frente al hombre se observa en todos los países de todos los continentes en los que se ha estudiado con una misma metodología, promovida por la OMS (en 15 países diferentes). Además, la proporción entre mujer y hombre no es pequeña sino que alcanza un rango medio de 1,9 (casi el doble, a favor de las mujeres). Esta desproporción se observa tanto en ancianos como en jóvenes, si bien en éste último caso se hace algo menor. Por lo tanto, es muy probable que los factores que explican estas fuertes    diferencias tengan un fuerte componente biológico, sin excluir factores ambientales.

Si son fumadoras, ¿sufren más depresiones? ¿Es un factor más para caer en depresión o viceversa?

Sí, como ya hemos dicho, las personas fumadoras tienen tasas de depresión más altas que las no fumadoras. Además, las personas que han tenido algún problema de depresión ven más difícil dejar de fumar y es más probable que fracasen en sus intentos de abandono del consumo de tabaco. En los países en los que está disminuyendo el tabaquismo por la aplicación de las políticas antitabaco que exige la OMS (como las dos leyes que se han implantado en España), cuando se va alcanzando un momento en el cuál la gran mayoría de la población no fuma o fuma cada vez una menor proporción, la tasa de fumadores con depresión tiende a hacerse aún mayor en este grupo residual de fumadores. En adultos jóvenes, se observa una mayor probabilidad de comenzar a fumar en aquellos que presentan historia previa de depresión mayor. A su vez, algunos fumadores que intentan dejar de fumar tienden a deprimirse. La evidencia de una relación bidireccional en jóvenes entre depresión e iniciación de la conducta de fumar (la depresión como factor de riesgo para comenzar a fumar y fumar como factor de riesgo para sufrir depresión), sugiere la posibilidad de que pueda haber una vulnerabilidad que es común a ambos trastornos.

Desde el punto de vista de la psicología, ¿existe la posibilidad de que la mujer sea más propensa al consumo de cigarrillos que los hombres por esas diferencias cerebrales?

Las diferencias en la prevalencia de tabaquismo entre distintos países son notables, como se ha demostrado en los estudios promovidos por la OMS. Pero en todos esos países la prevalencia de depresión es mayor en la mujer (1,9 veces superior). Sin duda, existe la posibilidad de que la mujer sea más propensa al consumo de cigarrillos que los hombres, en la sociedad actual, como consecuencia de una mayor prevalencia de la depresión en la mujer (pues la depresión es un factor de riesgo para el consumo de tabaco), en aquellos países en los que los factores sociales favorecen el consumo de la mujer.

 

Por Alba Moreno

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Source: www.noticiasdesaludyciencia.com

La mujer suele tener una mayor prevalencia de estrés laboral que el hombre 

¿Se puede decir que sufren más estrés las mujeres en el mundo laboral que los hombres? De ser así, ¿qué circunstancias son las que hacen que se produzca ese estado?

En general, en todas las encuestas realizadas en España sobre estrés laboral la mujer suele tener una mayor prevalencia de estrés laboral que el hombre. La mujer asume más responsabilidades domésticas (organización, funcionamiento, limpieza, educación de los hijos, salud de todos, etc.) que el hombre, por lo que tiene más problemas de conciliación de las demandas laborales. Por otro lado, la mujer por lo general es más perfeccionista, es más nerviosa o ansiosa, más insegura, es capaz de atender más tareas a la vez (lo que aumenta más la ansiedad), es más obsesiva y perfeccionista (le da más vueltas a los problemas, se exige más grado de control, que no siempre es posible, etc.), tiene mayor temor a las sensaciones físicas propias de la ansiedad o la alta activación fisiológica producida por el estrés, sufre más cambios emocionales asociados a cambios hormonales (disforia de género), está más descontenta con su imagen corporal, le concede más importancia a dicha imagen, etc.

 En líneas generales, ¿cómo se puede evitar la ansiedad y la depresión?

En primer lugar, teniendo buena información sobre qué son las emociones (como la ansiedad, tristeza, ira, culpa, etc.) y el estrés. Profundizando también en cuáles son los factores que pueden ayudar a disminuir las reacciones emocionales y el estrés. En segundo lugar, desarrollando habilidades cognitivo-conductuales para el manejo de las emociones y el estrés, como por ejemplo, habilidades de relajación, o para el manejo de la atención (que está muy relacionada con la ansiedad), habilidades para reevaluar cognitivamente los problemas que nos estresan o nos generan emociones negativas, y en general desarrollar nuestra capacidad para autorregular nuestras emociones y nuestro estilo de vida.

Muchas veces achacamos los datos que indican que los hombres dejan de fumar mientras que las mujeres se incorporan a estos hábitos a razones históricas. En este sentido se ligaba a la liberación de la mujer.

Lo que está claro es que las mujeres que tiene ahora una edad que supera o se sitúa en la esperanza media de vida para la mujer, superior a 80 años, en su gran mayoría ni fuma ni ha sido nunca fumadora. Pero, sin embargo, las mujeres jóvenes fuman tanto o más que los hombres. Este gran cambio en la prevalencia del tabaquismo en la mujer española se ha producido en las últimas décadas, coincidiendo con los cambios sociales de equiparación de la mujer con el hombre (incorporación de la mujer al mundo laboral, universitario, etc.).

 

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Por Alba Moreno

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Ocho señales de que necesita vacaciones con urgencia

La sombra del estrés es alargada. He aquí un puñado de tediosas consecuencias. Un consejo frene

 

Jesús Méndez González. El País

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En el fondo, queramos o no, somos algo así como animales de la selva viviendo en ciudades. Hay innumerables pruebas que lo avalan. Y, entre ellas, una es particularmente evidente: aquello que, comúnmente, llamamos estrés. Piense en algo que le preocupe. No necesita ser algo especialmente amenazante para su vida: basta con que sea un examen importante, una charla que tenga que dar en público, una inminente mudanza o reunión de trabajo. Es muy posible que alguna de estas situaciones le produzca una aceleración del pulso, haga que respire con mayor rapidez e incluso le dificulte el sueño. A nivel más inconsciente, seguramente, también estará dilatando sus pupilas, hará que su hígado libere glucosa, entorpeciendo la digestión, y tensará sus músculos.

¿Qué está ocurriendo? ¿Por qué su cuerpo organiza tal respuesta por un mero examen o una simple conferencia? Porque reacciona como si su vida estuviera en peligro. Como si un animal lo atacara en la selva. Y hace todo lo que está en su mano (aumenta su atención, incrementa su energía) con tal de no perecer.

El término ‘estrés’ proviene de la física, de la presión que un cuerpo ejerce sobre otro. Pero a nivel biológico se conoce también como la ‘reacción de lucha o huida’. El cuerpo se prepara para, según la situación y su propio temperamento, enfrentarse al peligro o alejarse lo más rápidamente de él. Es una reacción de lo más provechosa: uno quiere tener el máximo de posibilidades de salir vivo de la amenaza. Pero hay un problema: somos inteligentes.

Como nuestro cerebro creció lo suficiente como para tener imaginación, no necesitamos que el peligro se manifiesta. Basta con pensar en él. Y si lo hacemos excesivamente o durante demasiado tiempo (algo que no es inusual: el 25% de los estadounidensessufrieron este tipo de estrés elevado, llamado ‘tóxico’, el pasado año), los beneficios (creatividad, oxigenación o refuerzo de recuerdos) se convierten en perjuicios.

El término ‘estrés’ proviene de la física, de la presión que un cuerpo ejerce sobre otro. Pero a nivel biológico se conoce también como la ‘reacción de lucha o huida’

“Los síntomas del estrés crónico pueden variar mucho de persona a persona”, comenta Antonio Cano, catedrático de psicología y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS). No solo es que hay sucesos más y menos estresantes e individuos más y menos vulnerables, sino que si alguien tiene un trabajo físico, es más probable que el estrés aparezca en forma de contracturas, pero si toma decisiones importantes, irá acompañado de ansiedad. «Y esta puede mostrarse de diferentes formas: con cefaleas, alteraciones digestivas, respiratorias, sexuales o de la piel, según cada caso”, añade Cano.

Más allá de los síntomas, sus consecuencias tienen dimensiones considerables. Estas son algunas (solo algunas) de las repercusiones que el estrés crónico (trastorno de ansiedad recurrente ante diversas situaciones de la vida) puede tener sobre la salud. Si experimenta alguna de ellas, ha llegado el momento de reducir la marcha y tomarse unas necesarias vacaciones.

– Resfriados demasiado potentes, herpes comunes e inmunidad antes las vacunas

El estrés realiza todas sus acciones mediante dos caminos fundamentales. Por una parte, activa lo que se conoce como el sistema nervioso simpático, que pone en marcha muchas de las reacciones de alerta. Por otra, estimula el llamado eje hipotálamo-hipofisario-adrenal. El hipotálamo y la hipófisis son dos pequeñas zonas situadas casi en el centro del cerebro que funcionan como un director de orquesta corporal. Entre sus funciones están las de estimular a las glándulas suprarrenales (justo encima de los riñones) para que produzcan adrenalina y cortisol, el principal mensajero del estrés. Una corta reacción de estrés es positiva: parece estimular a las defensas para que se dirijan a las zonas de riesgo y las prepara para el combate (en una infección o en una cirugía, estar un poco estresado le vendrá bien). El problema es cuando se prolonga en el tiempo. Entonces comienzan las dificultades.

Un fuerte (y prolongado) estrés conlleva que se preste especial atención a los problemas, y que estos se magnifiquen» (Antonio Cano, catedrático de Psicología)

Desde hace tiempo se sabe que el estrés crónico puede disminuir el número y la actividad de los leucocitos (los glóbulos blancos). Y todo ello tiene consecuencias. Por ejemplo, las personas sometidas a estrés son más proclives a sufrir resfriados y a que sus síntomas sean más severos; los enfermos seropositivos aquejados de un fuerte estrés crónico evolucionan con más rapidez hacia el SIDA; de la misma forma, el estrés contribuye areactivar virus de tipo herpes, que en general viven acantonados reposando en algunos de nuestros nervios. Y podría afectar a la eficacia de las vacunas: cuando se probó un tipo de ellas contra el neumococo, se vio que en las personas cuidadoras de enfermos con demencia (una de las ocupaciones que mayor estrés genera), la respuesta del sistema inmunitario era peor que la del resto de la población.

– Depresión o ansiedad y problemas de memoria

«Un fuerte (y prolongado) estrés conlleva que se preste especial atención a los problemas, y que estos se magnifiquen”, asegura Cano. De hecho, es uno de los principales desencadenantes de ansiedad y depresión. Aunque el mecanismo último todavía es desconocido, la relación con esta parece cada vez más evidente. Por ejemplo, un tercio de los pacientes a los que se les recetan corticoides a altas dosis terminan desarrollando un cuadro depresivo (o incluso psicótico).

Un poco de estrés es positivo (lo que se conoce como eustrés).Contribuye a mejorar la memoria y a reforzar los recuerdos. Un fuerte (y prolongado) estrés, sin embargo, perjudica su funcionamiento. «Porque produce una sobrecarga y termina conllevando una disminución en la capacidad de atención”, comenta Cano. De hecho, el estrés crónico parece disminuir el tamaño del hipocampo, un área cerebral especialmente relacionada con la memoria. (Aunque, como es habitual, no todo es tan sencillo. Algunas de las primeras evidencias de este encogimiento se vieron en excombatientes afectados de estrés postraumático. Pero también se apreciaban en sus gemelos,que no habían estado en la guerra: es decir, un hipocampo más pequeño podía indicar una predisposición al estrés, más que ser consecuencia de él).

– Ingesta excesiva de calorías, recaída en adicciones y taquicardias

 

Taquicardia, aumento de glucosa, subida de presión arterial. No parecen buenas cosas para el corazón. Y no lo son. Un gran estudiocon más de 83.000 personas concluyó que aquellas personas con alto estrés laboral tenían un 50% más de riesgo de tener un accidente cardiovascular (un infarto o un ictus). No hay estudios concluyentes (no se puede coger a un grupo de personas y someterlos a estrés durante años), pero existen pistas, como las que dieron un grupo de monos a los que se les fue cambiando de compañeros (algo estresante para ellos) y que tenían más aterosclerosis (depósito de lípidos en las arterias) que aquellos que estaban en grupos estables.

No solo eso. El estrés crónico aumenta conductas adictivas como el tabaquismo, el alcoholismo y, en general, también el consumo de comidas calóricas. Entorpece a las hormonas que nos inducen saciedad (como la leptina), y aumenta lashormonas del hambre (como la grelina), pidiéndole al cuerpo que coma más y menos sano, porque le exige energía rápida. Todo ellocontribuye a la obesidad. Y, por si fuera poco, provoca resistencia a la insulina, lo que aumenta el riesgo de diabetes. Una joya.

Jesús Méndez González. El País

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Source: elpais.com

Estrés. El País.

 

¿Y si el reposo no es suficiente?

“Una de cada tres personas que acude al médico de cabecera en España lo hace con síntomas derivados del estrés”, asegura Antonio Cano. “Y la mayor parte se tratan con antidepresivos y tranquilizantes, pero es un error”. Para el especialista, las soluciones deberían pasar más bien por “dar información y hacer un entrenamiento en habilidades para combatirlo”. La información englobaría la promoción de hábitos saludables como ejercicio, higiene del sueño o separación de ocio y trabajo. Y conocer otros factores, como el tabaco, “que aumenta por cuatro la probabilidad de sufrir un ataque de ansiedad”. Estas medidas fueron aplicadas en Inglaterra, y del millón de personas estudiadas, 800.000 mostraron una clara mejoría. Un estudio similar, el proyecto PsicAP, se está realizando ahora mismo en España. Ahora, relájese.

 

Jesús Méndez González. El País

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Agorafobia: miedo a perder el control

Conoce la agorafobia, un trastorno psicológico puede provocar un grado de discapacidad grave y que afecta al 1% de la población española. Efesalud.com

 

El torbellino de ansiedad provocado por un ataque de pánico conduce a algunas personas evitar a toda costa la situación que les ha conducido a ese estado. Descubre en qué consiste este trastorno psicológico que puede provocar un grado de discapacidad grave y que afecta al 1% de la población española.

Su etimología de origen griego, “ágora” plaza pública y “fobia” temor, puede llevarnos a pensar que esta fobia se reduce a los espacios públicos, pero eso no es todo.

La agorafobia se refiere a la evitación y temor ante cualquier situación que puede provocar un ataque de pánico y hace perder el control de la ansiedad, explica Antonio Cano, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS).

La agorafobia puede abarcar todo tipo de situaciones. Desde espacios como grandes superficies donde hay aglomeraciones hasta la intimidad de una cena o el temor a morir de un infarto, pasando por el miedo a viajar en avión o en tren, apunta el experto. Y matiza: “Por lo general, el tipo de situación nuclear es aquella en la que se ha producido un ataque de pánico”.

Desencadenantes

La agorafobia suele ir precedida de otro trastorno, el de pánico, y es más frecuente en los jóvenes.

“Casi todas las personas que tienen un trastorno de pánico tienden a desarrollar agorafobia”, sostiene Cano, quien afirma que aunque es infrecuente, la agorafobia también se puede dar sin este trastorno .

El especialista apunta que no se puede predecir en qué momento alguien va a tener un ataque de pánico. No obstante, existe una serie de factores de riesgo que incrementan la probabilidad de que esto suceda, dando lugar a un trastorno de pánico que después conduzca a la agorafobia:

 

Cabeza de Medusa del escultor italiano Gian Lorenzo Bernini mostrada en Roma. EFE/Alessandro Di Meo

 

Tener estrés intenso y a la vez crónico.

Ser mujer, por razones hormonales y también sociales, el estrés elevado en el hogar y en el trabajo. Tener un síndrome premenstrual severo y tener más cambios hormonales incrementan las posibilidades.

Fumar cigarrillos o marihuana.

Desarrollar temor a la ansiedad y a las sensaciones que se experimentan en un momento dado cuando se está nervioso.

Reactividad fisiológica: durante el estrés hay personas que reaccionan con más activación cardiovascular o de otro tipo, como el rubor o el sudor. “Si una persona empieza a tenerle miedo a esas manifestaciones y les dedica mucha atención, más incrementa la tasa de respuesta que ya está teniendo”.

Síntomas

¿Cómo se llega a tener agorafobia? Antonio Cano explica que los ataques de pánico son una reacción inesperada e inexplicable, surgen con rapidez y alcanzan su punto máximo en apenas diez minutos.

El facultativo indica que “la aparición súbita de miedo o malestar  intenso se puede producir tanto desde un estado de calma como de ansiedad”. Durante este tiempo, se producen al menos cuatro de estos trece síntomas de activación:

Palpitaciones, golpeteo del corazón o aceleración de la frecuencia cardíaca.Sudoración.Temblor o sacudidas.Sensación de dificultad para respirar o de asfixia.Sensación de ahogo.Dolor o molestias en el tórax.Náuseas o malestar abdominal.Sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento o desmayo.Escalofríos o sensación de calor.Parestesias (sensación de entumecimiento o de hormigueo).Sensación de irrealidad o despersonalización (separarse de uno mismo).Miedo a perder el control o a “volverse loco.”Miedo a morir.

El especialista advierte que, tras sufrir el ataque de pánico en una situación determinada, si la persona no recibe ayuda para comprender lo sucedido, surgen dudas y temores que “dan vueltas sobre el problema y aumentan la ansiedad”, y con ello, incrementan las probabilidades de que se repitan.

“Estas personas y aprenden a evitar las situaciones donde se producen los ataques de pánico”, estos se pueden repetir y suelen darse una vez al mes, concluye.

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Source: www.efesalud.com

Tratamiento del pánico y la agorafobia.

 

Tratamiento

El psicólogo apunta que, aunque generalmente las personas con pánico están tomando psicofármacos, “las técnicas que han demostrado ser más eficaces  son las cognitivo-conductuales”, que comienzan por una psicoeducación, la explicación del trastorno y las pautas para evitar que se repita.

Asimismo, para que los ataques no se sucedan “hay que controlar los factores de riesgo”. Los elementos cognitivos juegan un papel decisivo, si se da mucha importancia a los síntomas de activación se crea  un “círculo vicioso” que desemboca en el incremento de las sensaciones de ansiedad y en la evitación de situaciones, lo que impide llevar una vida normal a quien las padece.

El experto señala que la agorafobia afecta al nivel del bienestar psicológico de las personas  y “puede llevar a adquirir un grado de discapacidad importante. Algunas tienen verdaderos problemas para realizar determinados trabajos o para salir de casa”.

Existe un servicio de orientación de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés donde se pueden consultar dudas escribiendo a la dirección: seas.cons@psi.ucm.es

 

Actualmente, se está llevando a cabo un ensayo clínico en las consultas de Atención Primaria (PsicAP) de cinco Comunidades Autónomas (Madrid, Valencia, Castilla-La Mancha, Baleares y País Vasco) que compara el tratamiento psicológico cognitivo-conductual frente al tratamiento psicofarmacológico tradicional, “la hipótesis es que funcionará mejor el tratamiento psicológico, que será más eficaz y eficiente.”

 

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Identificado el mecanismo que graba el miedo en el cerebro

Un neurocientífico español describe cómo se almacenan los recuerdos traumáticos.

 

Cómo se desarrolla el aprendizaje emocional traumático: claves para desentrañar el trastorno por estrés postraumático.

 

Bajo la sombra de los rascacielos de Manhattan, muy cerca de los 20.000 cadáveres sepultados en un viejo cementerio oculto bajo el Washington Square Park, se encuentra el laboratorio del miedo. Allí, bajo las órdenes del neurocientífico y rockero estadounidense Joseph LeDoux, trabaja una quincena de investigadores para intentar comprender por qué, por ejemplo, una persona se queda paralizada al ver a un perro, traumatizada por un huracán o muda al intentar hablar en público. Uno de los miembros de esta brigada de élite del miedo, empotrada en el Centro para la Ciencia Neural de la Universidad de Nueva York, es el neurocientífico español Lorenzo Díaz-Mataix, que acaba de identificar los mecanismos cerebrales que convierten las experiencias desagradables en recuerdos imborrables durante años.

Díaz-Mataix se ha sumergido en el cráneo de cientos de ratas. En lo más profundo de sus cerebros, como en los de los seres humanos, se esconde la amígdala, una región del tamaño de una almendra en las personas a la que la comunidad científica señala como almacén del miedo. Presuntamente, en ella se guardan durante décadas los recuerdos de las vivencias traumáticas sufridas a lo largo de la vida. Y por ella el grupo de rock deLeDoux se llama The Amygdaloids. Es el minúsculo archivo del terror en el kilo y medio de cerebro humano.

En 2010, salió a la luz el caso de una mujer estadounidense de 44 años con la amígdala completamente dañada por una rarísima enfermedad genética. La mujer, conocida como SM para preservar su anonimato, era incapaz de sentir miedo. Un grupo de investigadores encabezado por el psicólogo Justin Feinstein, de la Universidad de Iowa, siguió su pista durante más de 20 años. Rodearon a SM de serpientes y arañas venenosas, vieron con ella películas de terror como El resplandor y El silencio de los corderos, la acompañaron a sanatorios abandonados supuestamente habitados por fantasmas. Y nada. La mujer sin amígdala ni siquiera sintió miedo cuando, caminando de noche por un parque solitario, un yonqui le puso un cuchillo en la garganta y masculló: «Te voy a rajar…». SM siguió andando como escuchara La Traviata. Ahora, Díaz-Mataix ha iluminado ese enigmático cajón de recuerdos que es la amígdala cerebral. Su investigación parte de una hipótesis postulada en 1949 por el psicólogo canadiense Donald Hebb y sugerida hace más de un siglo por el nobel español Santiago Ramón y Cajal. «Dos células o sistemas de células que están repetidamente activas al mismo tiempo tenderán a convertirse en ‘asociadas’, de manera que la actividad de una facilitará la de la otra», dejó escrito Hebb en su libro La organización de la conducta. O, expresado de manera más simplificada, las neuronas de la amígdala del cerebro humano que se excitan eléctricamente tras el ataque de un perro permanecen conectadas durante años. Sus puentes eléctricos se refuerzan. Ese sería el esqueleto del recuerdo.

El equipo de Díaz-Mataix ha demostrado que la teoría de Hebb es cierta, al menos parcialmente, en los complejos cerebros de los mamíferos. Su experimento, cuyos resultados se publican en la revista científicaPNAS, Proceedings of the National Academy of Sciences, es una versión sofisticada del célebre perro de Pávlov, aquel can ruso que se acostumbró a escuchar un metrónomo (sustituido por una campanita en el imaginario colectivo) antes de comer y ya salivaba cada vez que escuchaba el tic tac aunque no hubiera alimento. El investigador español, en tándem con Josh Johansen, del Instituto RIKEN de Ciencias del Cerebro en Japón, sometió a decenas de ratas a un pitido de 20 segundos rematado por una descarga eléctrica de medio segundo. A partir de entonces, las ratas se quedaban paralizadas cada vez que escuchaban ese sonido. En su cerebro quedó grabado el miedo al chispazo. Ahí empezó la sofisticación del experimento, gracias a una técnica conocida como optogenética. Los investigadores instalaron genes de algas sensibles a la luz a bordo de virus, que funcionan como taxis microscópicos, y los inyectaron en los cráneos de las ratas. Una vez insertados en las neuronas de los roedores, los genes eran capaces de producir una proteína que funciona como un interruptor de la célula, activándola o desactivándola en función de ráfagas de luz láser enviadas por los científicos.

Las ratas con la amígdala cerebral apagada eran incapaces de recordar el chispazo y carecían de conexiones reforzadas entre sus neuronas. Al mismo tiempo, activar las amígdalas de ratas que no habían sufrido la pequeña electrocución servía para generar miedo al pitido sin necesidad de ningún tipo de shock. En este último caso, según los autores, era necesario que se activaran también los receptores de noradrenalina, una molécula cerebral implicada en los procesos de atención. Sin esta activación, no había aprendizaje. «Con una sola descarga eléctrica asociada a un pitido, las ratas ya recuerdan la experiencia toda su vida. El cerebro hace esto para afrontar los peligros. Un animal necesita aprender con una sola oportunidad, porque quizá no tenga otra», explica el neurocientífico.

El despacho del también español Luis de Lecea, profesor de Psiquiatría en la Universidad de Stanford (EE.UU.), se encuentra a escasos 15 metros del laboratorio en el que se desarrolló la optogenética en 2004. Desde allí, De Lecea ha sido testigo de cómo esta técnica ha revolucionado la investigación del cerebro humano. Las teorías de Hebb ya se habían prácticamente confirmado «con rodajas de cerebro» de roedores en el laboratorio, pero los experimentos de Díaz-Mataix son «una demostración elegante» en mamíferos vivos, a juicio de De Lecea. El neurocientífico español dibuja las posibles aplicaciones de sus hallazgos. «En los enfermos con estrés postraumático, ansiedad o incluso depresión, su cerebro no es capaz de aprender que lo que una vez fue peligroso ya no lo es, y siguen respondiendo de forma exagerada», señala. Personas que han vivido guerras, accidentes graves, violaciones o catástrofes naturales siguen sintiendo miedo y estrés una vez pasado el peligro.

La comunidad científica internacional trabaja desde hace unos años en intentar borrar esos malos recuerdos. Se basan en un proceso conocido como reconsolidación de la memoria. «Cada vez que un recuerdo sale a la luz, se pone en un estado frágil que hace que el cerebro pueda añadir cosas relevantes», apunta Díaz-Mataix. Cuando se abre el baúl de los recuerdos es el momento de modificarlos. Si, por ejemplo, alguien va en un coche escuchando a todo volumen la canción Balada Boa de Gusttavo Lima y se estampa contra un árbol, cada vez que escuche el estribillo ‘Tchê tcherere tchê tchê’ tendrá pavor. «Sin embargo, si cada vez que la víctima va a un bar a tomar algo ponen esa canción, el cerebro recupera el recuerdo y aprende que ya no es negativa. Eso es la reconsolidación», añade el investigador. Este proceso se puede facilitar con fármacos que actúan sobre los receptores de noradrenalina, como el propranolol, que ya se suministró a víctimas del atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Los síntomas de su trastorno de estrés agudo remitieron en el 64% de los casos, según un estudio de la mutua Ibermutuamur.

Para Díaz-Mataix, es muy posible que el proceso para almacenar recuerdos desagradables que han observado sea en realidad un mecanismo general del sistema nervioso para generar otro tipo de recuerdos, ya sean de asco, ira o alegría. «El problema es cómo estudiar estas emociones primarias en una rata», lamenta. Si tiene razón, será todavía más cierta aquella sentencia de Ramón y Cajal: «Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro».

Autor:   Manuel Ansede

http://ow.ly/FXQQm

Source: www.madrimasd.org

Reestructuración cognitiva: un caso de estrés postraumático

Dra. Esperanza Dongil Collado

Universidad de Valencia

Ansiedad y Estrés, 2008, 14(2-3), 265-288

 

Resumen: Se presenta un caso de intervención psicológica llevado a cabo con una mujer de 36 años, que acude a consulta diagnosticada de vaginismo tras haber recibido tratamiento psicológico basado en exposición sin resultados satisfactorios. En la primera entrevista se le diagnostica un trastorno por estrés postraumático (TEP) por violación, encontrándose síntomas de reexperimentación muy intensos, con pesadillas y flashbacks frecuentes, destacada hipervigilancia, evitación de casi todas las actividades cotidianas (trabajar, salir de casa, etc.), así como niveles de activación fisiológica muy elevados. Presenta también un trastorno depresivo mayor (TDM). El tratamiento mediante reestructuración cognitiva que se ha utilizado resalta el papel de la autorregulación emocional en los trastornos emocionales (Moses y Barlow, 2006) y recoge una síntesis de los principales modelos y técnicas de reestructuración cognitiva: (1) explicación de los cambios y las secuelas que se producen  a nivel cognitivo, fisiológico y motor tras haber sido víctima de una experiencia traumática, destacando el papel del aprendizaje emocional en el desarrollo del problema; (2) entrenamiento en observación de pensamientos, imágenes, respuestas fisiológicas y conductas, relacionados con el aprendizaje emocional traumático, tratando de interpretarlos como una reacción adaptativa; (3) reinterpretación correcta de las reacciones cognitivas, emocionales y conductuales que se van desarrollando en su vida cotidiana, dotando así a la paciente de estrategias cognitivas de manejo de esas reacciones; (4) reforzamiento de las iniciativas propias a la hora de volver a exponerse a situaciones emocionales; y (5) persuasión sobre la eficacia del tratamiento. Tras 32 sesiones (las 28 primeras con periodicidad semanal), se consiguieron los objetivos terapéuticos, destacando eliminación del TEP, el TDM y el vaginismo.

 

Palabras clave: tratamiento, reestructuración cognitiva, trastorno por estrés postraumático, violación sexual, trauma, depresión

 

Artículo completo:

http://www.ucm.es/info/seas/ta/trat/Tratamiento_cognitivo-conductual_caso_trastorno_estres_postraumatico_violacion.pdf

 

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Los psicólogos aconsejan no dejar de actuar tras sufrir ‘miedo escénico’

Tras sufrir un ataque de ansiedad o de pánico, la persona que lo ha padecido, como puede ser un cantante en el escenario, tiende a desarrollar miedo por lo mal que lo ha pasado, pero para combatirlo los psicólogos recomiendan pensar en positivo y volver a afrontar el actuar ante el público.

Así lo ha destacado el presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), Antonio Cano Vindel, quien ha asegurado que el «miedo escénico» tiene cura. Preguntado por el caso de Joaquín Sabina, que este sábado anticipó el final de su actuación en Madrid por no encontrarse bien y él mismo decir que sufría «un Pastora Soler», Cano ha apuntado que lo importante es saber «manejar» la ansiedad.

El «miedo escénico» es una reacción de ansiedad que se da ante»una situación social, cuando alguien tiene que hablar o actuar ante un público», pero que, si se acompaña de miedo, puede pasar a ser «una reacción de pánico», ha explicado.

Antonio Cano ha advertido de que si evitamos volver a hablar en público o actuar lo que hacemos en realidad es dar «más importancia» a nuestro miedo. En cambio, si somos capaces de afrontar ese miedo o angustia a través de información y de técnicas para manejarlo termina desapareciendo.

Sin embargo, ha reconocido que la persona que sufre una reacción de pánico tiene sensación de pérdida del control y lo define como la «situación más angustiosa de su vida»; algunos pueden llegar a pensar que están sufriendo un infarto, que se van a marear o que se están volviendo locos, ha añadido.

Tras padecer una situación así, «hay que pensar bien». «Tenemos que seguir afrontando el actuar ante el público y no coger miedo», ha resaltado. Un ataque de ansiedad «se pasa en unos minutos generalmente», es como el nerviosismo antes de un examen, pero «más intenso», y, tras concluir, llega «la calma y uno se queda más tranquilo».

Source: www.elmundo.es

Pánico escénico: factores que influyen

 

Catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, Cano ha detallado que hay factores que influyen a la hora de sufrir ansiedad o pánico, como son fumar, tomar drogas o el estrés, y que está demostrado que las mujeres, quizá por un tema hormonal, lo padecen casi el doble que los hombres.

Ha insistido en que estas patologías -pueden darse desde la adolescencia- "sí tienen cura", si se sigue un tratamiento, pero ha advertido de que más de la mitad de las personas toman tranquilizantes o psicofármacos desde hace años y no resuelven el problema.

Cano apuesta por un tratamiento de tipo psicológico, cognitivo y conductual y, sobre todo, por que la persona asuma que se tienen reacciones emocionales de ansiedad igual que si se enfadan, se alegran o se ponen tristes. "No hay que pensar que tener una reacción de ansiedad es una debilidad, ya que si se conocen los síntomas y no se magnifican se reduce y la propia ansiedad será una ayuda a la hora de concentrarse en la tarea a realizar", ha concluido

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¿Miedo a la época navideña? Podrías sufrir ansiedad social

Las celebraciones, fiestas de empresa y cenas con familiares y amigos son motivo de alegría para la gran mayoría, especialmente en Navidad. Sin embargo, estos eventos suponen un verdadero calvario para quienes padecen la denominada ansiedad social

 

 

http://ow.ly/FEc1H

 

Las celebraciones, fiestas de empresa y cenas con familiares y amigos son motivo de alegría para la gran mayoría, especialmente en Navidad. Sin embargo, estos eventos suponen un verdadero calvario para quienes padecen la denominada ansiedad social

 

En lugar de pasar un buen rato, sienten preocupación, temor e inseguridad en situaciones festivas, tan habituales durante el periodo navideño. Son las personas que padecen ansiedad social, quienes en estas situaciones también pueden presentar síntomas como sudor, temblor, aumento de la tasa cardiaca, de la temperatura o enrojecimiento, entre otros.

 

«La ansiedad es una emoción normal que nos pone en alerta cuando anticipamos una posible amenaza. Pensamos más deprisa y nos activamos a nivel fisiológico para tener más recursos que nos permitan actuar de una manera más diligente», señala Antonio Cano Vindel, catedrático de Psicología en la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés.

 

El especialista explica que existen varios tipos de ansiedad. La que se considera normal, surge ante situaciones como un examen, «donde al principio puedes pasarlo mal al creer que vas a suspender, pero entonces estudias, te activas, te concentras más y después en la propia prueba piensas muy rápido y escribes más deprisa».

 

ATRIBUYENDO PENSAMIENTOS PROPIOS A LOS DEMÁS

No obstante, Cano subraya que, cuando la ansiedad se experimenta a niveles demasiado altos, muy intensos, extremadamente frecuentes, dura en exceso o no es adecuada a las situaciones, produce un bloqueo del rendimiento en lugar de ayuda. «Entonces la ansiedad ya no es tan adaptativa y empieza a haber un desorden emocional», apunta.

 

En este sentido, aclara que «el trastorno de ansiedad social es un desorden emocional relacionado con la ansiedad ante situaciones sociales».

 

Quienes padecen la también denominada fobia social «tienen miedo de hacer cosas normales delante de otras personas. Así, por ejemplo, pueden temer firmar un cheque frente a la cajera del supermercado, comer o beber delante de otros o usar un baño público», detallan los especialistas del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos.

 

Del mismo modo, el doctor Cano comenta que quienes tienen este trastorno «lo pasan mal en cualquier situación en la que haya amenazas subjetivas para ellos. Para uno la amenaza son los extraños; para otro tener que comer sopa delante de otras personas porque le tiembla la mano; para un tercero ponerse rojo cuando le presentan a alguien. Otras amenazas son no saber qué decir, sudar demasiado, etc».

 

«Cada paciente tiene sus amenazas subjetivas. A veces son múltiples y a veces esta situación desasosegante que siente es única», matiza.

 

No obstante, el psicólogo afirma que el problema no es tanto la situación en sí como la interpretación que la persona con ansiedad social hace de ella.

 

Según explica el doctor Cano, las personas con ansiedad social cometen varios errores. «Uno de ellos es de tipo interpretativo y consiste en pensar que su conducta no es apropiada, aunque los demás consideren que sí lo es».

 

«En segundo lugar, hay un error o sesgo de tipo atencional que hace que el sujeto, durante la situación social, o incluso anticipadamente, esté todo el tiempo pensando en su problema», comenta.

 

Asimismo, señala que estos dos desajustes, el interpretativo y el atencional, hacen que aumente la alerta, la ansiedad y la preocupación por quedar mal.

 

Pero quienes padecen ansiedad social también suelen cometer la equivocación de atribuir a los demás sus propios pensamientos.

 

«Los demás van a pensar que soy tonto porque no hablo, porque solo digo cosas insulsas. O bien, los demás me van a rechazar si doy algún signo de ansiedad como el temblor», son algunos de los ejemplos que pone el doctor Cano.

 

«Son pensamientos propios, pero se los atribuye a los demás, a las personas que están en esa concreta situación social», matiza.

 

En este sentido, el especialista asegura: «cuantos más errores cognitivos tenga esa persona, más van a aumentar los signos de ansiedad, como la preocupación, el temor, la inseguridad y la sensación de que los demás están pendientes de ella».

 

Según el especialista también pueden aparecer síntomas físicos, como el rubor, el temblor, el sudor, la inquietud motora, el aumento de la tasa cardiaca, de la tasa respiratoria y de la temperatura.

 

«Se produce un círculo vicioso, una espiral que dibujan cada vez más grande. Tienen cada vez más preocupación, más activación fisiológica y eso hace que tengan más errores cognitivos de tipo interpretativo, atencional y atributivo», indica.

 

Por todo ello, muchas personas con ansiedad social tienden a evitar las situaciones en que se tienen que reunir con otras personas.

 

No obstante, el doctor Cano señala que evitar esos momentos «es negativo, porque se refuerza el miedo. En cambio, exponerse a ellas puede ser terapéutico si previamente se van corrigiendo los errores cognitivos».

 

Para enfrentarse a estas situaciones, el psicólogo insiste en que «hay que pensar mejor».

 http://ow.ly/FEc1H

 

Source: www.eluniversal.com.mx

Ansiedad social

 

CONSEJOS Y PAUTAS DE CURACIÓN

Para los sujetos que viven este tipo de situaciones, el doctor Cano ofrece algunos consejos prácticos de cara a la Navidad.

La idea primordial es corregir los errores cognitivos que pueden ser de varios tipos:.

 

a) "Se me va a notar la ansiedad"

Este es un error recurrente ante el que el doctor afirma que la ansiedad, por lo general, no se nota.

 

b) "Los demás van a estar pendientes de mi conducta"

"Esto no es así", comenta el experto. "Los demás no están pendientes de tu conducta. Eres tú el que está pendiente de tu propio actuar y no debes estarlo", precisa.

 

c)"No sabré qué decir" 

Ante esta afirmación, el psicólogo recomienda hablar de cualquier cosa que se nos ocurra, en lugar de darle vueltas.

 

d)"Los demás me rechazarán si me notan algo de ansiedad" 

Esto tampoco es cierto. "Tú no rechazas a los demás cuando les notas nerviosos, sino que sientes empatía por ellos", asegura.

 

Además, el especialista aconseja a las personas con ansiedad social centrar su atención en la fiesta y no en sus propios pensamientos.

 

"Si te centras en tus pensamientos, tu ansiedad va a aumentar. Pero si centras tu atención en la conversación, no vas a pensar en tus errores y estarás más a gusto", subraya.

 

"En general, es necesario cambiar la interpretación. Las fiestas son para divertirse, no para ir a sufrir. Todo el mundo tiende a pasarlo bien y tú también puedes hacerlo", les dice a las personas con ansiedad social.

 

Otra de sus recomendaciones es no abusar del alcohol. "Aunque el alcohol desinhibe, no lo uses para reducir tu ansiedad", destaca. Asimismo comenta que, si bien una dosis pequeña puede ayudar, emborracharse es un error si se trata de comportarse adecuadamente en situaciones de relación social.

 

El especialista insiste en que el alcohol no resuelve el problema, al contrario. Señala que algunas personas con ansiedad social también han desarrollado problemas de alcoholismo.

 

Del mismo modo, el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos expone que puede darse un problema de abuso de sustancias si la persona afectada intenta "automedicarse" por su ansiedad.

 

"La ansiedad social tiene cura", afirma categóricamente el doctor Cano, quien asevera que para superar este trastorno "hay que ponerse en manos de especialistas bien cualificados que apliquen tratamientos probados científicamente".

 

"Hay tratamientos eficaces, pero las personas con ansiedad social los demandan muy poco porque se avergüenzan de su problema, no quieren hablar de ello, no quieren acudir a un especialista y, a veces, ni siquiera quieren reconocer que lo tienen ", detalla.

 

Por el contrario, el doctor Cano insiste en que no hay que confiar en quienes prometen milagros: "No hay que fiarse de quienes afirman resolver el problema en una sola sesión, ni fiarse de técnicas que no se han validado, como la hipnosis".

 

El especialista concluye que "los grupos de autoayuda, por sí mismos, tampoco funcionan. La cura, insisto, pasa por ponerse en manos de psicólogos cualificados".

 

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El pánico escénico puede durar toda la vida si no se trata con ayuda de psicólogos

El pánico escénico es un trastorno de ansiedad social extrema que se caracteriza por el temor a hablar o actuar en público y por la sensación de pérdida de control a nivel cognitivo, fisiológico y conductual, problema que «puede durar para toda la vida si la persona no se somete a tratamiento con la ayuda de un psicólogo», señala el especialista en Psicología y presidente de la Sociedad Española de Ansiedad y Estrés, Antonio Cano Vindel.

 

El experto explica a Europa Press que este trastorno, del que recientemente se ha visto afectada la cantante de copla y flamenco Pastora Soler -razón por la cual ha abandonado los escenarios-, se manifiesta a nivel fisiológico mediante síntomas como aumento de la temperatura, taquicardias, sudoración, así como dificultades en el sistema nervioso muscular, como sequedad bucal, temblor, o dificultad para tragar, entre otras. Asimismo, el sujeto afectado puede llegar a pensar que se va a hacer pis encima o que tiene que ir urgentemente al baño a vomitar.

 

Por otro lado, el paciente experimenta dificultades en la conducta. El comportamiento puede no ser el más adecuado para hacer una determinada tarea porque se siente paralizado o está más pendiente de él/ella que de la interacción con los demás -en este caso con el público-.

 

«La conducta adecuada pasaría por centrarse en la tarea, comunicarse con el público, algo que llevaría a una activación que ayudaría al sujeto en todos los sentidos», concreta.

 

Sin embargo, a pesar de los numerosos síntomas físicos, los demás no tienen por qué percibir este tipo de ansiedad en quien lo sufre, sostiene. «Esta persona suele pensar que los de su alrededor se dan cuenta, sin embargo, no se puede saber si dicha persona tiene una tasa cardíaca muy aumentada o le cuesta tragar, por ejemplo». En este sentido, indica que se puede llevar años con este trastorno «sin que nadie lo haya notado».

 

http://ow.ly/Fw5Ng

 

Source: www.infosalus.com

Ansiedad extrema al hablar en público. Miedo escénico

 

¿A QUIÉNES AFECTA ESTE TIPO DE TRASTORNO?

 

Según el doctor Cano Vindel, se trata de un problema que afecta a personas que en un determinado momento -o desde siempre- tienen dificultades para tener una relación social, una entrevista de trabajo, una cita, etc., algo que si se agrava puede derivar en no poder tener pareja, amigos o trabajo. En los últimos doce meses un 0,60 por ciento de personas en España ha sufrido este problema, expone, cifra que equivale a casi un uno por ciento de la población.

 

Respecto a los tratamientos recomendados contra este trastorno, Cano los divide en tres técnicas que son llevadas a cabo por parte de profesionales de Psicología, y que "solo si resultan totalmente eficaces acabarán con este mal".

 

En primer lugar, destaca las técnicas a nivel cognitivo, concentradas en la reestructuracion cognitiva". Se basan en la psicoeducación, en mostrarle al afectado que la ansiedad la produce él mismo, cometiendo dos tipos de errores: magnificar la amenaza -"si me bloqueo delante de este público me muero"-, y pensar constantemente en su problema -"me voy a poner muy nerviosa en este acto, lo voy a pasar fatal"-, algo que genera más ansiedad. Esta técnica entrena en que no se cometan estos errores y que, en caso de caer en ellos, se vayan corrigiendo.

 

En segundo lugar, se encuentran las técnicas de relajación, que, a su juicio, "consiguen lo mismo que los fármacos -reducir la activación- pero de manera permanente, no a intervalos de unas horas".

 

Por último, Cano subraya la eficacia de las técnicas conductuales. "El entrenamiento en habilidades sociales, como hablar en público, actuar delante de un escenario, etc., sumado a la práctica, la corrección y el refuerzo por lo que se hace bien, hace que cada vez se haga mejor la actividad para la que se presentan dificultades".

 

Actualmente, concluye el especialista, estas técnicas terapéuticas están incluyéndose en la Atención Primaria (AP) de forma experimental en 17 centros de seis comunidades autónomas, en el marco del Ensayo PsicAP.

 

http://ow.ly/Fw5Ng

 

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Uso excesivo de tranquilizantes | EROSKI CONSUMER

Uso excesivo de tranquilizantes | EROSKI CONSUMER.

 

A pesar de que la evidencia sostiene que el tratamiento psicológico es más eficaz para los trastornos emocionales, todavía se prescriben demasiados tranquilizantes

 

Por MONTSE ARBOIX.  5 de diciembre de 2014

Imagen: Okko Pyykkö

http://www.consumer.es/web/es/salud/psicologia/2014/12/05/221060.php ;

 

España es, detrás de Portugal, el segundo país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en consumo de tranquilizantes. Sin embargo, está demostrado que para los trastornos emocionales es más eficaz el tratamiento psicológico. En este artículo se aportan detalles sobre el número de afectados por trastornos de ansiedad y depresión, por qué el tratamiento cognitivo-conductual es más efectivo y cómo los expertos quieren ponerlo a prueba en España.

El empleo medio de tranquilizantes en España por cada 1.000 habitantes supera en un 214,2% el máximo recomendado. A su vez, sin dejar nuestro país, el uso de antidepresivos ha aumentado un 227% en los últimos 12 años. Estos datos se han hecho públicos en el X Congreso Internacional de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS). El uso indiscriminado de estos fármacos puede convertirse en un problema de salud pública. De hecho, los tranquilizantes (como los sedantes, los hipnóticos y los ansiolíticos) acumulan el mayor volumen de problemas de abuso. Los últimos datos disponibles señalan que, solo en el año 2010, los tranquilizantes consumidos con receta médica oficial supusieron 794,37 millones de euros para el Sistema Nacional de Salud. Es decir, que el gasto conjunto (de medicamentos recetados y de venta libre) rondaría los 1.151,26 millones de euros.

Ansiedad y depresión en España

¿Se corresponde tanto tranquilizante con el porcentaje de afectados en España? Según Antonio Cano Vindel, catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la SEAS, en la población general, los trastornos de ansiedad registran una prevalencia del 6,2% en los últimos 12 meses, mientras que para la depresión es del 4,4%. Sin embargo, entre las personas que acuden a su centro de salud de Atención Primaria, la prevalencia de los trastornos de ansiedad en los últimos 12 meses es del 18,5% y para los trastornos depresivos, del 13,4%. Es decir, tres veces más que en la población general.

 

 

 

Algunos problemas psicosociales, como el desempleo o el divorcio, ocasionan emociones negativas intensas.

 

En EE.UU., los datos son tres veces superiores a los de nuestro país. Pero parece ser que, en España, los problemas emocionales no se diagnostican ni se tratan de manera adecuada. «Los pacientes con trastornos de ansiedad o depresivos -en dos de cada tres casos- son atendidos sobre todo por su médico en Atención Primaria. En este nivel no hay psicólogos y algunos estudios han encontrado que el médico de familia solo detecta de forma correcta el 20% de los casos de depresión. Los motivos de la baja detección es que estos trastornos son poco conocidos por los afectados e, incluso, por los propios médicos, que se quejan de falta de formación y de tiempo para la consulta, con una media de cinco minutos por paciente», señala Cano.

Parecería que en el Sistema Nacional de Salud no se gestionan bien los problemas emocionales. El presidente de la SEAS insiste además en la falta de tratamiento: «El 40% de estos pacientes no recibe tratamiento alguno, ni farmacológico, ni psicológico. Y entre quienes sí reciben alguno, en la gran mayoría, no es muy adecuado». Este especialista explica que, pese a que el tratamiento de elección para los trastornos de ansiedad es el psicológico, con técnicas cognitivo-conductuales, sin recurrir a tranquilizantes, solo el 0,9% de los pacientes con trastornos de ansiedad han recibido en el último año tratamiento exclusivamente psicológico, mientras que el 60,1% han sido tratados con psicofármacos de tipo tranquilizante y antidepresivo.

Tratamiento de los trastornos emocionales

Entonces, ¿cuáles son los puntos débiles en la gestión de estos problemas emocionales? Este especialista detalla que los problemas psicológicos se desarrollan y se corrigen si se tienen en cuenta unos pocos factores de tipo cognitivo y conductual. Sin embargo, su abordaje en nuestro sistema de salud suele ser desde un punto de vista biológico.

Algunos problemas psicosociales, como el desempleo o el divorcio, ocasionan emociones negativas intensas, que pueden acabar en trastornos de ansiedad o depresivos. Para prevenirlos y para tratarlos, se debe utilizar la psicoeducación y el entrenamiento en habilidades para manejar las emociones. Sin embargo, a menudo, se usan tranquilizantes, antidepresivos, somníferos o analgésicos para paliar los síntomas emocionales y no se enseña a afrontar los problemas.

Para aliviarlos se recurre «casi en exclusiva», advierte el doctor Cano, al tratamiento farmacológico, a pesar de que no es lo que recomienda la evidencia científica. Y no por razones económicas, puesto que paliar los síntomas con psicofármacos a largo plazo sale más caro que resolverlos de manera eficaz, ni porque solo hay cinco minutos para atender al paciente, ya que se pueden tratar en grupo, para que cada paciente reciba 60 minutos.

A pesar de la tendencia actual, hay alternativas de tratamiento apoyadas con la mejor evidencia científica disponible hasta el momento: las guías de tratamiento NICE para los trastornos de ansiedad y la depresión leve o moderada señalan que existe evidencia suficiente para afirmar que los tratamientos psicológicos de tipo cognitivo-conductual son eficaces y que no se deberían usar los tranquilizantes.

Tratamiento cognitivo-conductual versus farmacológico

El porcentaje de casos curados con tratamiento cognitivo-conductual es superior que con medicamentos

Aunque el tratamiento farmacológico puede reducir los síntomas, hay millones de personas que llevan muchos años con psicofármacos y, sin embargo, continúan con sus problemas emocionales, incluso se desarrollan otros nuevos. De esta manera, se tiende a la cronicidad y a la comorbilidad de nuevos trastornos. Además, el porcentaje de casos curados con tratamiento cognitivo-conductual es superior al de casos curados tratados con medicamentos.

Entre los pacientes todavía no curados, «la remisión de síntomas es también superior en los casos tratados con técnicas psicológicas. Al final, el tratamiento psicológico permite a los pacientes dejar de consumir psicofármacos, disminuye la frecuencia de las consultas médicas, el uso de técnicas de diagnóstico y de tratamientos sanitarios por diversas causas relacionadas con los problemas emocionales», especifica este experto. Y no solo eso: lo más importante es que se consigue una mejor recuperación laboral, familiar o social del individuo, lo que supone un ahorro aún mayor en costes sociales y una gran mejora de la productividad y de la calidad de vida.

 

 

http://www.consumer.es/web/es/salud/psicologia/2014/12/05/221060.php ;

Source: www.consumer.es

Proyecto PsicAP: estudio sobre el tratamiento psicológico en Atención Primaria

En la actualidad, la SEAS y Psicofundación trabajan en un proyecto para probar un protocolo de tratamiento psicológico para los trastornos emocionales (ansiedad y estado de ánimo) en Atención Primaria (PsicAP). La hipótesis es que la terapia cognitivo-conductual será más eficaz y eficiente que el tratamiento habitual y que las ganancias se mantendrán durante el seguimiento. Con este ensayo clínico se pretende mostrar a la sociedad y a los responsables del sistema sanitario que en España se es capaz de hacer lo que ya se está haciendo en el Reino Unido: ahorrar recursos tratando los problemas emocionales de acuerdo con la evidencia. En este país han apostado por abordar estos trastornos de otra manera: con una mejor prevención, información y mediante habilidades para tratar, en vez de recetar solo fármacos.

Para ello, según informa el doctor Cano, se pretende contar con una muestra de 1.126 pacientes: 563 tratados con tratamiento psicológico y otros 563 tratados con el método habitual de Atención Primaria, en esencia, farmacológico. Se reclutarán en seis comunidades autónomas y 17 Centros de Salud de Atención Primaria. Antes de empezar el ensayo clínico, el estudio piloto previo ya aportó resultados esperanzadores: "Con la evaluación de más de 500 pacientes, aunque no todos cumplen los requisitos para entrar en el ensayo, el tratamiento cognitivo-conductual ya se ha mostrado más eficaz que el tratamiento convencional de Atención Primaria. Esperamos que un año se pueda completar la recogida de datos y, el año siguiente, hacer el seguimiento y comprobar que los buenos resultados obtenidos son estables".

 

Más información en: www.desordenesemocionales.es 

 

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Para conseguir un cambio tan importante en el sistema sanitario español, se requiere un cambio de mentalidad de toda la sociedad. Como apunta Antonio Cano Vindel, presidente de la SEAS, hoy en día, muchas personas confían en los psicofármacos como la solución para casi todos sus problemas emocionales, sean de ansiedad, depresión o relacionados con el sueño (insomnio), la alimentación, dolores musculares u otros problemas físicos (cardiovasculares, digestivos, dermatológicos) o psicológicos (disfunciones sexuales, somatizaciones, irritabilidad) derivados del estrés psicosocial.

Sin embargo, esa solución, en el mejor de los casos, suele ser temporal. "No podemos anestesiar nuestros problemas emocionales y esperar a que se resuelvan solos, sino que hay que tomar un papel activo en su solución, comenzar por mejorar nuestra información sobre las emociones y los problemas emocionales. Hay que buscar y leer información fiable", explica el experto.

Si es necesario, se han de adquirir habilidades cognitivas para manejar mejor las emociones (no magnificar los problemas) y de relajación (y de ejercicio físico) o conductuales para afrontar mejor estas dificultades. Con un breve entrenamiento, se aprenden a desarrollar y a usar de forma eficiente. A veces, por el ritmo de vida actual, cada vez hay más cargas y más demandas. Es posible que se pretenda demasiado. En este caso, habría que replantearse qué es importante e imprescindible y aprender a vivir con menos y más tranquilos.

 

http://www.consumer.es/web/es/salud/psicologia/2014/12/05/221060.php 

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España, segundo país consumidor de tranquilizantes | COPE

Entrevista al presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS). La Noche, 27 de octubre de 2014.

Cómo son los problemas emocionales (ansiedad, estrés, depresión, somatizaciones) hoy en día, en nuestra sociedad, y el tratamiento que le damos en la Sanidad pública, en Atención Primaria: psicofármacos versus información y entrenamiento en habilidades cognitivo-conductuales.

Audio de la entrevista. Duración 15:55 minutos.

Análisis de nuestra sociedad, nuestros problemas emocionales, cómo los abordamos, qué hacemos bien, qué debemos cambiar, cuánto nos cuestan nuestros tratamientos farmacológicos, qué consecuencias tienen para la salud, para la economía, para el bienestar, cómo han resuelto este problema en otros países, de quién depende el cambio, qué debemos hacer los ciudadanos, qué deben hacer las autoridades para ahorrar y llevar los tratamientos eficaces a la población.

Escuchar la entrevista: http://ow.ly/Dsl3R

Source: www.cope.es

España, segundo país consumidor de tranquilizantes. Entrevista al presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS). COPE. La Noche, 27 de octubre de 2014.

Escuchar la entrevista: http://ow.ly/Dsl3R

¿Nuestra sociedad está enferma?

¿Cómo abordamos en España los problemas emocionales?

¿Cómo se aborda en Inglaterra?

¿Debemos cambiar la mentalidad social acerca del manejo de problemas emocionales?

¿Las pastillas no se usan de forma apropiada?

Las pastillas son eficaces para dormir, pero el insomnio no se resuelve con pastillas.

¿Se está comenzando a medicar también a los niños?

El problema de los efectos secundarios.

Los fármacos no son eficaces ni necesarios para manejar las emociones.

Es necesario tener buena información, de fuentes fiables. A veces, también es necesario aprender habilidades para manejar los pensamientos (la atención, la valoración cognitiva), relajarse y cambiar el estilo de vida.

Las técnicas basadas en la información y la reinterpretación de la realidad, como la reestructuración cognitiva, nos dicen que hay que restar importancia a los problemas y no darles vueltas todo el tiempo.

Es mejor hacer ejercicio físico y relajación que tomar tranquilizantes.

Hay que renunciar a muchas de las posibilidades que nos ofrece la vida, porque no tenemos tiempo para todo.

¿Los médicos son los culpables de recetar las pastillas en exceso? No. El profesional sanitario sólo hace lo que puede hacer. Tiene que soportar un exceso de demanda de tratamiento médico. Tiene 5 minutos para atender a cada pacientes. Sólo puedo recetar. Los responsables de la Sanidad pública deben decidir si quieren seguir despilfarrando o innovar y ahorrar.

Es más barata y eficaz la información que los psicofármacos. Y al final, la carga de tratar mal los problemas emocionales con psicofármacos supone más de 21.000 millones de euros, porque se vuelven crónicos y se desarrollan más problemas.

La sociedad debe educar a los jóvenes en la cultura del esfuerzo, porque la vida es también es esfuerzo, es también frustración, también alegrías. Eso es la vida. Si les sobreprotegemos, serán más débiles.

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La importancia de entrenar en el manejo de las emociones – Entrevista a A. Cano Vindel

Los días 22, 23 y 24 de octubre tendrá lugar el II Congreso Nacional de Inteligencia Emocional. El congreso, organizado por el COP de Catalunya, reunirá a diferentes expertos para debatir las investigaciones más recientes en el área y mostrar su impacto en el ámbito aplicado.

Entre los ponentes que acudirán al congreso, se encuentra Antonio Cano Vindel,catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la SEAS (Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés), que nos ha concedido la siguiente entrevista para adelantar a los lectores de Infocop algunos de los aspectos que abordará en su ponencia sobre el impacto de los problemas emocionales en los servicios de Atención Primaria.

 

ENTREVISTA

Para empezar, ¿qué puede aportar la Inteligencia Emocional al campo aplicado, y en concreto, al abordaje de los problemas emocionales?

La inteligencia emocional ha supuesto una línea de investigación importante dentro del campo de la regulación emocional. En relativamente poco tiempo ha habido un gran progreso dentro de este campo en áreas aplicadas tan diversas como la psicología, la clínica, la salud, las empresas y organizaciones, la familia, las relaciones sociales, etcétera.

Los problemas emocionales surgen con relativa frecuencia en una sociedad en la que cada vez vivimos más deprisa, gozamos de más posibilidades, pero no de más tiempo, en definitiva, en una sociedad cada vez más estresada. Así por ejemplo, en el contexto de Atención Primaria de la salud nos encontramos con que uno de cada dos pacientes tienen síntomas emocionales propios de un desorden emocional consecuencia del estrés, como los síntomas y trastornos de ansiedad, los síntomas y trastornos depresivos, o bien las somatizaciones.

Se ha demostrado que entrenar a las personas con desórdenes emocionales en el manejo de sus emociones es más rentable y eficaz que tratar sus síntomas emocionales con psicofármacos, que es lo que se hace habitualmente en Atención Primaria.

Se sabe que las personas con una mejor inteligencia emocional tienen mejor salud, menos síntomas y desórdenes emocionales. Por lo tanto, la inteligencia emocional puede ayudar a prevenir y reducir la prevalencia de los desórdenes emocionales de manera más eficaz y eficiente que el tratamiento farmacológico habitual de Atención Primaria.

 

Durante estos últimos años, una de las líneas de su investigación se ha centrado en la evaluación de la presencia de problemas emocionales en el sistema sanitario público. ¿En qué proceso se encuentra este proyecto?

Los problemas emocionales son muy prevalentes en el sistema sanitario público, especialmente en Atención Primaria, llegando a alcanzar cifras muy cercanas al 50%. Las personas con estos problemas emocionales acuden mucho más a las consultas, del orden de diecinueve veces más, realizan un gasto sanitario muy superior a las personas sin problemas emocionales, tienden a desarrollar trastornos crónicos de salud, tanto de salud física como mental, por lo que la carga de estos problemas emocionales es muy elevada. En un reciente artículo sobre los costes de los trastornos mentales y del cerebro en España se calcula que los costes producidos solamente por los trastornos de ansiedad, las depresiones y las somatizaciones alcanzan el 25% del gasto total de estas enfermedades mentales y del cerebro (73.000 millones de euros), ya que afectan a varios millones de españoles. Para hacernos una idea, pensemos que estos más de 21.000 millones de euros que suponen los costes de estos trastornos emocionales, suponen un 20% de nuestro presupuesto sanitario (83.000 millones).

El actual tratamiento que se sigue preferentemente en el contexto de Atención Primaria y en buena medida en Atención Especializada de Salud Mental, de tipo farmacológico, conduce a un despilfarro de nuestros recursos, así como a la cronicidad de unos trastornos que se pueden curar con técnicas cognitivo-conductuales y que se pueden prevenir con entrenamiento en inteligencia emocional.

El ensayo clínico controlado que ha promovido Psicofundación para llevar los tratamientos psicológicos a los problemas emocionales de los pacientes de Atención Primaria, llamado PsicAP, está ya implantado en cinco Comunidades Autónomas y catorce Centros de Salud. Se han evaluado ya a más de 300 pacientes y los resultados del estudio piloto indican que el tratamiento psicológico aplicado será más eficaz y eficiente que el tratamiento habitual de Atención Primaria.

 

http://ow.ly/D5bkd ;

 

Source: www.infocop.es

Entrevista.

 

¿Cuáles son las principales conclusiones que ha extraído de esta investigación?

Es aún prematuro sacar conclusiones ya que el ensayo está en una fase preliminar pues a pesar de haber evaluado a más de 300 pacientes queremos llegar a 1.126. No obstante, como ya hemos señalado, el estudio piloto arrojó buenos resultados y la marcha del ensayo también nos lleva a pensar que cuando concluya éste habremos dado un gran paso adelante para mostrar a la sociedad que es posible y deseable tratar los trastornos emocionales en Atención Primaria de una manera más eficaz y eficiente que como estamos realizando el tratamiento actual. En línea con lo que ya se ha hecho en otros países como Inglaterra.

 

A su modo de ver, ¿qué medidas se deberían adoptar para disminuir el impacto de los problemas emocionales y su demanda en los servicios de Atención Primaria en nuestro país?

Existe evidencia al afirmar que los problemas emocionales en Atención Primaria deben ser atendidos en primer lugar con información, autoayuda, y otros recursos de psicoeducación. Si esto no fuese suficiente, además es necesario entrenar en habilidades de manejo de emociones, como el entrenamiento en inteligencia emocional, así como con técnicas psicológicas de tipo cognitivo-conductual, en especial restructuración cognitiva, relajación y entrenamiento conductual. El manual del terapeuta que estamos utilizando insiste especialmente en el manejo de los errores cognitivos de atención e interpretación, que están en la base de los problemas emocionales. Las personas con desórdenes emocionales tienden a magnificar sus problemas y a darles vueltas continuamente. Esto provoca un aumento constante de síntomas que lleva desarrollar trastornos emocionales. La restructuración cognitiva que estamos aplicando enseña a los pacientes a corregir estos errores y a manejar mejor su ansiedad, su estrés y sus emociones en general.

 

Para finalizar, ¿le gustaría añadir algún otro comentario al tema que nos ocupa?

Me gustaría animar a los psicólogos y a la sociedad en general para que apuesten por defender el uso de la información, la prevención, el entrenamiento de habilidades cognitivo-conductuales, a la solución de los problemas emocionales, también en el contexto de Atención Primaria, en lugar de recurrir a los tranquilizantes, los somníferos y los antidepresivos. En España tenemos un problema de abuso de este tipo de fármacos. Ya es hora de concienciar a la sociedad de que ese tipo de solución no es el adecuado. Si queremos ser eficaces y eficientes en el manejo de problemas emocionales queremos recurrir a la psicoeducación y al entrenamiento de habilidades.

 

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